Capitulo 19

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...19...

POV. LENA

-¿Lena?

-¿Sí?

Era sábado, por la tarde. Estaba acostada en la cama, tratando de dormir por las últimas noches en vela que había pasado. Cat ahora entraba a mi cuarto, con una expresión seria y ligeramente triste.

-¿Cómo estás?

Esa era una pregunta que me hacían constantemente, y con la misma frecuencia no sabía como responder.

-Mejorando. - Mentí.

-Lee.. Han pasado dos meses...

-Lo sé...

-¿Crees que puedes volver?

No podía. Sólo la imagen de mí misma con otras personas, cualquier cliente que no fuera ella, causaba toda aquella mezcla de sensaciones horribles dentro de mí: enojo, tristeza, desesperación, pavor.

No podía. No quería.

No podía hacer eso.

-No.

Mi voz salió firme, de una forma que no esperaba que saliera, tomándome completamente por sorpresa y lo que todo indicaba, sorprendiendo a Cat también.

-¿No?

-No puedo, no Cat... Lo siento...

Ella me miraba sin expresión, mientras veía las lágrimas deslizarse por mis mejillas.

Las mismas lágrimas que descendieron todos estos días, siempre por el mismo motivo. Las lágrimas con las que ya me había acostumbrado, y que ahora eran la marca de mi estado de ánimo.

Aquellas lágrimas simbolizaban lo poco de todo lo que venía sintiendo por todo este tiempo, pero ahora, cargaban también el dolor por lo que yo sabía que vendría a continuación.

Era cuestión de tiempo.

-Yo también pido disculpas, Lee. Pero ya no puedo aceptarte aquí.

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Esa era la última maleta de ropa que colocaba en el asiento trasero del taxi.

No sabía siquiera de dónde había sacado la fuerza de voluntad para conseguir colocar todo lo que me pertenecía dentro de las maletas, anticipando la hora de mi partida.

No tenía muchas cosas. Los muebles y la decoración que quedaba en mi habitación no me pertenecían, así que sólo quedaban algunas ropas, zapatos, libros y otras pertenencias menores para llevar conmigo.

En total, tenía cuatro maletas grandes donde todo se mezclaba.

Mucho de eso ni siquiera recordaba que lo tenía.

En realidad, no necesitaba muchas de esas cosas. La gran mayoría de las prendas eran para lo que yo hacía, y en raras ocasiones las había usado.

ma douce prostituéeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora