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POV. LENA
Era un poco antes de las once, cuando finalmente llegamos a su departamento. Durante todo el recorrido del restaurante hasta aquí, no dejé de pensar ni un segundo en como diablos Kara había conseguido, con unas caricias inocentes en mi mano, dejarme completamente excitada de una manera que ella no sabía.
La miraba de reojo cada vez que se detenía en un cruce, encontrandola descansando su cabeza en el respaldo del asiento con sus ojos cerrados, entonces me di cuenta de que ella debía estar realmente exhausta y ni un poco interesada en tener sexo está noche.
Mierda.
Entré al departamento oscuro, tanteando en busca del interruptor.
Kara lo encontró primero, encendiendo las luces y evitando que me diera con la pared en la nariz. Caminé a la habitación donde estaban mis cosas y ella me siguió. Kara se quitó su abrigo, bostezando despreocupadamente sin darse cuenta de mi estado, ella se veía tierna y deliciosa. Seguí mirándola como una psicópata en celo, deseando más que nada que sus dedos me estuvieran tocando ahora en lugares mucho más íntimos que antes.
La vi salir tropezando un poco, mientras intentaba mantener los ojos abiertos. ¿Cómo ella podía ser tan... tan... ella?
¿Y qué estaba pasando conmigo? ¿Desde cuando se me alteraban las hormonas estando cerca de una mujer? Esta bien no era "una mujer", era "LA MUJER."
Tenía mucho calor.
-¡Ey! - Hablé, alcanzandola en su habitación antes de que entrará al baño. - ¿Puedo usar nuevamente tu camisa?
-Es tuya. Se ve mejor en ti.
Ella estaba desnuda de cintura para arriba, sólo tenía su pantalón puesto, tomó un short y una playera para ponerse después.
Me encanta.
Kara entró al baño, dejando la puerta entreabierta. Volví a mi habitación, quitandome mi ropa, para ponerme la camisa que ahora era mía. Cepillé mis dientes y me miré en el espejo por algún tiempo, con la duda de si intentar seducirla o dejarla descansar.
Sin saber que hacer, me moje un poco la cara y volví a su habitación. Las paredes y objetos giraban un poco a mi alrededor, lo que era causa del efecto del alcohol en mi organismo desacostumbrado, pero no me importó.
La puerta del baño seguía entreabierta. Me tomó una mezcla de sensaciones -un poco de curiosidad y mucho de promiscuidad- entonces sin darme cuenta, ya estaba dentro del enorme baño de azulejos blancos y negros.
Kara no notó mi presencia. Estaba tan concentrada duchandose, por eso sólo tuve que tener cuidado en no hacer ruido.
Me sente inquieta en la tapa cerrada del inodoro, cruzando mis piernas encima de el y apoyando mis codos sobre mis piernas, con mi barbilla apoyada en mis manos, por primera vez admirando a Kara detenidamente.
Ella es hermosa. No hermosa sólo del tipo "claro que dormiria con ella", sino del tipo "por favor, por favor, follame."
Todo en ella -cada músculo, cada rasgo, el tatuaje en su nuca y en su pie- simplemente es milimétricamente perfecta, y el efecto del agua y el vapor en aquella escena, junto con el porcentaje de alcohol que paseaba por mi corriente sanguínea, hacia que pareciera un sueño.
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ma douce prostituée
Historical FictionMi Dulce Prostituta (Adaptación Supercorp) Kara es una mujer muy hermosa rubia de ojos azules posee algo en especial que la hace diferente a las demás. Debido a un problema en su gestación, ella nació con un órgano sexual masculino. Lena es una he...