Capitulo 23

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...23...

POV. KARA

No sabía nada.

No tenía idea de lo que había pasado conmigo, pero ni siquiera podía culparla. También no podía culparla si me odiara ahora, si tuviera asco y rabia de mí, que quisiera mantenerme alejada. Al fin y al cabo, le pedí eso, porque actué como una imbécil.

Podría aceptar casi cualquier cosa, pero tendría que hacer que supiera que ese tiempo en que estuvimos separadas fue mucho más difícil para mí de lo que ella imaginaba. No porque quería tener mi momento de mártir, sino porque ella necesitaba saber el mal que la falta de ella me hacia.

Flashback

Al salir de The Hills el día que había visto a Lena por última vez, intenté convencerme a mí misma que mantendría distancia de ella por mi propio bien. "Obviamente, eso se mostró como una idea tonta, que sin exageración alguna, casi me mató."

La primera cosa que hice al llegar a casa fue abrir dos de mis mejores botellas de whisky, y simplemente terminar con ellas. La culpa de haber hecho lo que acababa de hacer y el dolor que sentía como consecuencia de mis decisiones fue lo que provocó que tomará hasta el punto de entrar en un coma alcohólico.

La tarea de lidiar con la desesperación que mis acciones trajeron se mostró difícil, entonces como la perfecta cobarde que siempre fui, me refugie en el alcohol.

Fue sólo al día siguiente, víctima de una resaca de mierda que bordeaba la sensación de la muerte, que me di cuenta de que la brillante idea de usar alcohol para olvidar mis problemas no había sido tan buena.

Sam me llamó algunas veces a mi celular, tal vez queriendo saber el motivo por el que la jefa de una empresa no fue a trabajar en pleno martes.

No me importaron las llamadas y me dejé hundir en la tristeza de una borracha con dolores de cabeza durante todo el día.

Para huir de las lamentaciones, olvidando la estupidez en que se resumía mi decisión de usar dos botellas de whisky como remedio para olvidar mis problemas sentimentales, repetía el error otra vez, haciendo que al final del día me olvidara en un grado alcohólico en exceso que circulaba en mi sangre, una vez más.

No era totalmente una estupidez. En realidad, no me importaba lo que estaba haciendo. Por eso, y por saber que aquello me hacia olvidar mis problemas, aunque me castigara después, comencé a usar ese remedio con una mayor frecuencia. Día tras día, hasta completar una semana.

Sam me llamaba diariamente, tal vez para asegurarse que aún seguía con vida. Contesté sólo una llamada suya, sólo diciendo algo como "no voy a ir trabajar, problemas personales" y apagando el celular después.

Ese debió ser el motivo por el cual, Sam decidió no ir detrás de mí hasta mi departamento, y no sabía si eso era bueno o malo.

Era bueno porque no tenía que molestar a nadie. No era molestar a San, lo sabía, porque ella era mi mejor amiga y casi siempre era bienvenida, pero en ese momento no tenía la cabeza para nadie.

Sabía que ella me preguntaría que pasó, y sabía que me pediría los mínimos detalles de mí, como todas las amigas que deciden hacer cuando se disponen a escuchar. Pero hablar de aquello sería mucho, porque sólo de pensarlo ya era doloroso. Yo tenía que lidiar con eso sola, ya que había tomado la decisión sin ayuda de nadie.

ma douce prostituéeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora