Capítulo 4

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***

Las puertas del gimnasio se abren de golpe y entran seis chicos, que resultan ser Ian, Matt, Ethan, Nate, Nick y Mike, con el uniforme de fútbol americano. No puedo creer que estén aquí. Las que todavía no han audicionado se ponen más nerviosas de lo que ya estaban, con la idea de que los del equipo puedan verlas, y las que ya son porristas se sientan sacando culo. Por mi parte, me da más confianza el que estén ahí y hago mi presentación mil veces mejor que cuando la estuve practicando. Cuando termino, corro a su encuentro.

–Estuviste buenísima, seguro lo ganas –dice Matt–. Vinimos para verte, pero ya tenemos que irnos. Volvemos en un rato para ver cómo te eligen.

Les agradezco y vuelvo a sentarme.

Cuando terminan todas las audiciones, las puertas vuelven a abrirse y mis seis amigos entran de vuelta. Estoy tan concentrada en lo bien que se ve Ian con el uniforme de fútbol que no escucho cuando la capitana me nombra y recién reacciono cuando veo a Matt acercarse corriendo. Parpadeo varias veces y doy un salto de alegría, pero mi cabeza choca contra algo mientras estaba en el aire. Me doy vuelta y veo que a Nate le sangra la nariz. Se había acercado a felicitarme y yo le reventé la cara con la cabeza.

Siempre cagándola.

Gracias por el apoyo, conciencia.

A pesar de que insisto, no me deja acompañarlo a la enfermería, simplemente se pone un algodón y vuelven a su entrenamiento.

El primer día como porrista termina y salgo de la ducha con una sonrisa. No obstante, cuando llego a los casilleros de los camarines, escucho la voz de la capitana.

–¿Vieron el pibe que llegó hoy con Ian? Está buenísimo. Van a ver, en unos meses va a ser mío.

Pongo los ojos en blanco y avanzo por el pasillo.

–Los pibes no son de tu propiedad –remarco–. Y menos ese.

–¿Eh? –Frunce el ceño–. Ah, ya entiendo, te gusta. Qué pena, yo lo voy a enamorar primero.

Yo me tiento, no puedo evitarlo. ¿Gustarme? ¿Mi hermano? Se pasa.

–No es de los que se enamoran de chicas como tú, que creen que pueden tener a todos a sus pies si así lo quieren, así que suerte con eso.

–¿Qué vas a saber tú? Si ni lo conoces. –Se ríe amargamente.

–¡Ja! Si no lo voy a conocer... –carcajeo y me voy, dejándola pensando.

[...]

–Así que tu hermano es tan popular como tú –dice Matt.

Estamos volviendo del colegio y le conté lo que pasó en los camarines.

–¿Como yo?

–Sí. Te juntas con el equipo, ¿qué esperabas? Cuando se corra la voz de que eres porrista, vas a ser más popular todavía.

–Si soy popular no creo que sea porque me junto con ustedes. Matt, creen que somos novios. ¿No te molesta?

–No. Nunca me importó lo que dijeran de mí. Tanto yo como las personas que me importan sabemos que es mentira y con eso me basta. –Se encoge de hombros.

–Supongo que tanto tiempo siendo popular te forma ese pensamiento.

–Bueno, cuando Brooke, la capitana, se entere que Tyler es tu hermano, va a querer ser tu amiga a toda costa y vas a ser tan popular como yo o incluso más.

–No me haría amiga de Brooke ni por mil siglos de popularidad –exclamo poniendo una mueca–. Solo se aprovecharía de mí y después me olvidaría cuando consiga lo que quiere.

Solo Por Seis Meses (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora