***
Sammy llega el viernes. Falta solo un día, pero juro que los segundos del reloj del cuarto de Brooke pasan más lentos que los de cualquier otro. Cuando por fin terminamos de estudiar –espero que Brooke se saque un 11 en la prueba de mañana porque sino todas estas horas resumiéndole esos libros habrían sido al pedo–, su chofer me lleva a mi casa. Tengo pensado ir a hablar con Matt ya que salió del colegio medio enojado conmigo porque al final no pude volver caminando con él, pero cuando llego, algo me llama la atención.
Hay un auto estacionado en la puerta de mi casa. Y, Dios, es un auto que conozco muy bien. Entro corriendo sin molestarme en cerrar la puerta y me abalanzo sobre Sammy, que me devuelve el abrazo. Al lado nuestro, los padres de ambas charlan de política e ignoran nuestra existencia, como siempre.
–¡Te extrañé tanto! –exclamo contra su larga cabellera castaña.
–¡Yo a ti! Es increíble lo lento que pasa el tiempo cuando quieres ver a alguien. Pasaba tan lento que vinimos un día antes.
–Eso es buenísimo, porque así mañana vas a poder acompañarme a comprar el vestido para mi fiesta. –Sonrío y abro la puerta de mi cuarto.
–¿Dónde vas a hacerla?
Entramos y se deja caer en mi cama, mirando la disposición de la habitación.
–En casa de Brooke. Me está preparando una fiesta enorme con gente exclusiva que no conozco. Según ella solo van a haber personas reconocidas y de la alta sociedad. Además de mis amigos, obvio.
–No me digas, para ir tienen que tener al menos mil seguidores en Instagram.
–Algo así. Ah, pero no te conté la mejor parte: los que van no me conocen, pero si no tienen regalo no pueden pasar. Además de que tienen que estar en la lista que está haciendo Brooke. Son como quinientas personas, no sé qué me van a regalar ni dónde lo voy a meter.
–En el ático. –Se encoje de hombros–. Esta casa tiene, ¿no?
–Sí, pero no lo hemos tocado, debe estar lleno de polvo.
–Podríamos limpiarlo y tener nuestro espacio –insinúa.
–En tu nueva casa vamos a tener muchos nuestros espacios, con lo grande que es. La mayor parte de las habitaciones no las van a usar, te lo aseguro.
–¿Ya la viste? –pregunta, ilusionada.
–Le pedí al chofer de Brooke que pasara por ahí cuando me traía. Es más grande que la casa de ella y como seis veces la mía.
–No exageres –carcajea Sammy.
–Y el jardín... Dios, voy a vivir en tu jardín. No vi mucho porque la casa lo tapaba, ¡pero es enorme! Debe tener un montón de lugares "secretos".
–Okey, sacando las novelas de nuestras cabezas, pasemos a lo importante: tu fiesta.
Y así pasamos el resto de la tarde, charlando de los detalles más insignificantes de lo que va a ser mi festejo, hasta que suben a buscarla.
Sammy no va a empezar el colegio hasta el lunes. Ese día yo no tenía pensado ir porque es justo mi cumpleaños, pero no voy a dejarla sola en su primer día de clases.
Mañana hay otra fiesta, y como a todas, yo no quiero ir. Pero Sammy sí y tengo que aceptar. La cosa es que tenemos que ir con Brooke y para eso tienen que conocerse. No va a ser un problema, ya que ambas quieren ir a comprar el vestido para mi fiesta conmigo, pero con lo que le he contado a Sammy sobre ella, no le hace mucha gracia conocerla.
ESTÁS LEYENDO
Solo Por Seis Meses (I)
Romance¿Qué harías si un día viene alguien y te dice que te irás al otro lado del país, donde no conoces a nadie, durante seis meses? Jessica Harris no se lo tomó muy bien, estaba acostumbrada a su vida tranquila y monótona. Pero no estaba en posición de n...