Capítulo 19

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Me preparo para la fiesta y me quedo parada frente a la puerta de mi cuarto. Esta vez no me voy a lo de Brooke y no tengo una excusa para mamá. Voy a improvisar en el momento. Después de todo, es lo que mejor me sale.

Bajo las escaleras y la veo sentada en la barra de la cocina tomando un café.

–Chau, ma –le digo, sacudiendo la mano como saludo.

–Chau, pasalo lindo –me responde, sonriendo.

Un momento.

¿Quién es esa mujer y qué mierda hizo con la madre sobreprotectora y exageradamente estricta?

No lo sé, pero si es por mí que se quede para siempre.

Salgo a la calle y a los pocos minutos el Ford de Nick estaciona en mi puerta. Me subo a su lado y me mira de arriba a abajo.

–No soy flash –me dice– y si te vistes así no puedo captar tan rápido todas las indirectas que te van a mandar. Estás re buena todos los días, pero hoy... Dios ¿No quieres ir atrás con Nate así me concentro en el camino?

¿QUÉ?

¿Nate está ahí y él acaba de decir todas esas cosas?

Me doy vuelta y le sonrío, pero él no me mira. Tiene los ojos clavados en la nuca de Nick. Y si las miradas mataran, el conductor ya estaría muerto.

–Hola, Nate. –Llamo su atención.

Me mira y me da su más hermosa sonrisa.

–Hola, Jessie. Estás muy linda hoy.

Yo me sonrojo y vuelvo a mirar al frente.

–¿Por qué no se comen y ya? –pregunta Nick, de la misma forma que alguien diría «¿por qué no comes un pan?» Los dos le lanzamos miradas asesinas–. Perdón, no era el momento. Mala mía.

Miro al frente y sacudo la cabeza, mordiéndome el labio para evitar una sonrisa.

Respondiendo a la pregunta de Nick, las ganas no me faltan. Pero en lo segundo que dijo tiene razón: no es el momento.

Llegamos a la fiesta y Nick me pasa un brazo sobre los hombros.

–Bien –dice–. ¿Víctimas de hoy?

–¿Cuándo te vas a cansar de eso? Sabes que no me interesa.

–Nunca, tú siempre vas a tenerme como captador de indirectas. Ahora, si les das bola o no, es cosa tuya. Pero yo voy a seguir diciéndote quién te mira y qué quiere con vos.

Pongo los ojos en blanco y me sirvo un vaso de coca. Matt y Mike se nos unen.

–¿Brooke lo decía en serio con no venir? –pregunta el segundo–. Pensé que solo estaba jodiendo.

–Claro, a ti te habría encantado que viniera –le dice Matt, apretando los dientes y fulminándolo con la mirada. Mike baja la cabeza, avergonzado.

Matt tiene que explicarme por qué lo odia tanto, así que lo agarro del brazo y lo llevo al jardín.

–¿Por qué lo tratas tan mal?

–Porque le gusta Brooke. Y no solo tiene novio, ese novio es mi hermano.

–Cuando yo gusté de tu hermano no te enojaste aunque tuviera novia, y a ella ni siquiera le gusta tu hermano –cosa que tengo que cambiar–. Y con Tyler no estás enojado aunque Brooke guste de él.

–Es mucho más complicado que eso. –Niega con la cabeza.

–Te escucho.

–El año pasado, estábamos en una fiesta y Mike estaba muy, muy borracho. Besó a Brooke pero ella se separó y él quiso volver a intentarlo. Ian justo los vió y fue a separarlo, pero Mike se enojó y... Siempre fue más fuerte que mi hermano.

Solo Por Seis Meses (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora