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SAMMY
Me despierto con un potente dolor de cuello. Me siento lentamente, masajeándolo. ¿Cómo llegué al sillón? Lo último que recuerdo de anoche es haber tratado de convencer a Jessie de que tomara alcohol. Creo que luego ella fue a bailarle a un pibe para probarme que no lo necesitaba. ¿Qué pasó después de eso? Muchos tragos, una ronda, una botella... No recuerdo nada más que imágenes borrosas. Y la cabeza me está matando.
–¿Ya te estás arrepintiendo? –pregunta Nick desde otro sillón.
–¿De qué? –Frunzo el ceño, sin sacar la mano de mi cuello.
–Ah, claro, no te acuerdas de nada. Bueno, dejame mostrarte. –Se levanta, tambaleándose un poco, y me acerca su celular. Lo agarro y le doy play al video.
Oh mierda.
¿Esos somos Matt y yo?
¿Por qué tuve que besarlo cuando estaba borracha y ahora no acordarme de nada?
–Estas cosas solo me pasan a mí –maldigo entre dientes.
Me levanto para ir a la cocina, me siento frente a la isla y le pido a Martha uno de sus jugos para la jaqueca. Subo a la habitación de Brooke a cambiarme y los veo a ella y a Ian durmiendo abrazados en la cama. ¿Dónde está Jessie?
Me meto al vestidor, y cuando salgo, ella está entrando al cuarto con una remera negra enorme. Ella usa remeras grandes, pero no tiene ninguna que le llegue a las rodillas cómo esa. Nota mi mirada curiosa y se gira hacia mí.
–No, no es mi remera –me lee la mente–. Es de Blake. Y no, no tuvimos sexo, por Dios, diu –me lee la mente una vez más–. Anoche estos dos –Señala la cama–, estaban teniendo un momento muy cariñoso aquí y todas las habitaciones de invitados estaban ocupadas por más gente teniendo momentos amorosos, y Blake me ofreció dormir en su cama. No, no dormí con él, él durmió en el sillón –y me vuelve a leer la mente, algo muy común en nosotras–. Ya sé, ¿por qué el amargado Blake dejaría su cama para mí? No lo sé y me lo vengo preguntando desde la primera vez que lo hizo. Solo fueron tres veces, no pongas esa cara. –Me pregunto si en algún momento va a dejarme hablar en vez de saber lo que voy a decir–. No es que he dormido más en su cuarto que en este. Ah, y límpiate la boca, no seas tan obvia.
Se hace círculos con un dedo alrededor de sus labios y me voy al baño a mirarme. Mierda, tengo todo el labial rojo corrido. Sí que el beso con Matt fue fuerte. O tal vez me lo corrió otra persona, no sé cuál es peor.
Jessie se mete al vestidor con su bolso y yo vuelvo a la cocina después de limpiarme. No obstante, apenas entro me quedo estática en la puerta.
No solo está Matt tomando uno de esos jugos que yo tomé antes, sino que también tiene la boca y su alrededor manchado de labial rojo, como el mío. Bueno, al menos fue él el del beso potente.
Me sonríe –definitivamente no sabe nada de anoche– y yo trato de hacer lo mismo, pero fallo terriblemente en el intento. Abro la boca para decir algo, pero las palabras no me salen.
¿Desde cuándo actúo así después de un chape? Ah, claro, desde que estoy perdidamente flechada con la otra persona. Vuelvo a cerrar la boca, sin saber que decir, y me doy vuelta para salir, en el momento en que Jessie entra. Me quedo al lado de la puerta del lado de afuera para saber qué dicen.
–¿Te has visto en un espejo? –Escucho que le dice ella a Matt, riendo–. Están uno peor que el otro. ¿No podían bajarle un cambio? ¿Era necesario comerse y lavarse la tráquea? –Se ríe y Matt frunce el ceño–. Ah, todavía no te enteras. Bueno, creo que Nick debería contarte.
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Solo Por Seis Meses (I)
Romance¿Qué harías si un día viene alguien y te dice que te irás al otro lado del país, donde no conoces a nadie, durante seis meses? Jessica Harris no se lo tomó muy bien, estaba acostumbrada a su vida tranquila y monótona. Pero no estaba en posición de n...