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–No vas a volver a tu casa este fin de semana, ya lo decidí –me dice Brooke cuando terminamos de almorzar.
–Yo no tengo ningún problema con eso, la que si lo va a tener es mi madre.
Antes de que me dé cuenta de lo que hace, agarra mi celular y le marca a mamá.
Te dije que le pusieras contraseña.
No la había necesitado hasta ahora, conciencia.
–¿Hola? ¿Señora Harris? Sí, soy Brooke, amiga de Jessie. Quería saber si la dejaba quedarse todo el fin de semana en mi casa, ya que el lunes no hay escuela... Ajá... Sí, sólo vamos a estar en mi casa. Tengo pileta climatizada así que vamos a ir a buscar una maya y después volvemos... Sí, sí, quédese tranquila. Nos vemos. –Cuelga y me da el celular–. Listo, problema resuelto.
–¿Tienes pileta climatizada?
–Sí, pero no es a la mía a la que nos vamos a meter. El mismo que hace las fiestas va a hacer una tarde de pileta en la suya. Y mañana hace otra fiesta. Va a ser un fin de semana muy activo. –Sonríe malvadamente y se sube al Ferrari.
Cuando llegamos a mi casa, elijo el bikini amarillo y algunos remerones para los otros días. Brooke me arma el outfit para la fiesta del domingo combinando los dos que usé antes y nos vamos. Una vez en su casa, saca veinte bikinis de un cajón y se los prueba todos.
Que uno le hace poco culo.
Que este le marca poco las tetas.
Que aquel es muy cerrado.
Que ese no es tanga.
Después de una hora, se cansa y me dice que va a ir al centro comercial a comprarse uno, pero que yo llame a Matt y vaya con ellos. Apenas Brooke se va, el auto de Matt estaciona en la puerta y los cinco se bajan.
–Vamos a ir caminando porque no entramos seis en el auto –dice Matt–. ¿Por qué no podías ir con Brooke?
–Porque se fue a comprar una maya.
–No va a llegar tarde, ¿no? –pregunta Mike y Matt lo fulmina con la mirada, la tensión se puede palpar en el aire.
Los miro con el ceño fruncido y Nate se me acerca.
–A Mike le encanta Brooke y Matt se enoja porque es la novia de su hermano –susurra en mi oído.
–No está muy enojado con mi hermano –pienso en voz alta, un grave error.
–¿Por qué lo estaría?
Mierda.
–Ehh... no, por nada... solo...
–Ey, espérennos –se escucha el grito de Tyler atrás.
Salvada por la campana.
Nunca mejor dicho, conciencia.
Tyler, Ian y Blake se acercan corriendo. Los tres estuvieron metidos en el cuarto del último desde la siesta y pensé que no iban a venir, pero me equivoqué.
–¿Pensaban ir sin nosotros? –reclama Ian.
–Teníamos la esperanza de que no aparecieran –bromea Mike.
–Seguro que sí –dice Matt, y si las miradas mataran, estaríamos presenciando una horrible muerte.
Sé lo que piensa, que sin Ian, Mike se le podría haber acercado a Brooke, pero está siendo muy duro con él. Además, más peligro sería mi hermano, porque ella gusta de él y Tyler se le tira a cualquiera –no tanto como Blake, pero lo hace– y Matt a él no le dice nada...
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Solo Por Seis Meses (I)
Romansa¿Qué harías si un día viene alguien y te dice que te irás al otro lado del país, donde no conoces a nadie, durante seis meses? Jessica Harris no se lo tomó muy bien, estaba acostumbrada a su vida tranquila y monótona. Pero no estaba en posición de n...