***
–¿Jessie? ¿Qué...? –Brooke nos mira con el gesto contraído y la boca entreabierta.
Me apresuro a alejarme de Blake e intento caminar hacia ella.
–Brooke... Puedo explicarlo–
–No.
Pone su mano entre nosotras y me interrumpe el paso. Abre la boca, pero luego la cierra y solo sacude la cabeza antes de irse del cuarto.
–¡La puta madre! –exclamo, pasando mis manos por mi pelo–. Sabía, yo sabía que esto iba a pasar. Si solo no se hubiese dormido... ¡La puta que me parió! ¡¿Por qué tuvimos que hacerlo?! ¡¿POR QUÉ?! Ahora va a odiarme y–
–Jess –Blake me toma de los brazos y me detiene de seguir dando vueltas por la habitación–, cálmate.
–No me pidas que me calme. –Lo aparto de mí–. Esto no tendría que estar pasando. ¡Yo tenía que decirle, la puta madre! ¡¿Por qué mierda vine?! ¡Tenía que quedarme en su puta habitación para contarle cuando se despertara! ¡NO TENÍA QUE ENTERARSE ASÍ!
–¡Jess tienes que relajarte! –exclama.
–¡NO ME PIDAS QUE ME RELAJE! –le grito yo en contra–. ¡TODO ESTO ES TU–
–¡NO TE ATREVAS A DECIR QUE ES MI CULPA! –Se pone serio de pronto–. ¡PORQUE NO LO ES! –levanta más aún el tono y me achico en mi lugar, asustada.
Él nunca me había gritado de esta forma.
Es cierto. No es su culpa. Es mía. Tendría que haberle dicho a Brooke desde el primer momento, fue mi error. Pero estoy tan furiosa que me desquité con él.
–Tengo que arreglarlo –digo en un susurro y salgo casi corriendo de la habitación.
Al bajar las escaleras me choco con alguien del servicio.
–Jade, ¿has visto a Brooke? –le pregunto agitada.
Señala la puerta que da al garage y no espero ni un segundo para correr hacia allí y abrirla de un golpe. El chofer de mi amiga está subido al Ferrari y ella está a punto de hacer lo mismo.
–¡Brooke! –la detengo de abrir la puerta.
Levanta la cabeza y me da una mirada de odio antes de tirar hacia atrás la manija y empezar a subirse a su auto, pero corro hacia ella y la detengo tomándola de la muñeca.
–¿Qué quieres, Jessica? –Me da una mirada que bien podría matarme de ser posible.
Frunzo el gesto al escuchar mi nombre completo, pero no digo nada sólo porque estoy rogando por su perdón.
–Brooke, necesito que me escuches. Puedo explicarlo, sólo–
–¿Qué vas a explicarme? –me interrumpe, sin sacar la mano de la puerta abierta entre nosotras–. ¿Que todo este tiempo has estado fingiendo odiar a mi hermano, sólo para hacerte la difícil y gustarle? ¿Que te hiciste mi amiga para estar con él y que me mentiste desde el principio? ¿Que incluso tu relación con Nate fue una mentira? Recuerdo perfectamente que nos dijiste que pensabas cortarle antes de que te clavara los cuernos, ¿fue por eso? ¿Porque nunca te gustó? Todo este tiempo te gustó Blake y ahora por fin lo tienes, ¿verdad? Felicidades, Jessica, obtuviste lo que querías.
–¿Qué...? No, Brooke... Nada de eso es así. –Sacudo la cabeza–. Déjame hablar, puedo explicarte cómo fue todo, pero no voy a hacerlo si tú no quieres escucharme. Piensa en todas las películas en las que el protagonista tiene un motivo por el que hizo las cosas y el otro, por simplemente no querer escucharlo, se pierde de saberlo y se arruina una amistad.
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Solo Por Seis Meses (I)
Romance¿Qué harías si un día viene alguien y te dice que te irás al otro lado del país, donde no conoces a nadie, durante seis meses? Jessica Harris no se lo tomó muy bien, estaba acostumbrada a su vida tranquila y monótona. Pero no estaba en posición de n...