quince

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Erick lo había decidido, le pediría ayuda a Christopher, era a quien más confianza le tenía y quien ya conocía su situación.

No importaba que solo le explicara con palabras el podía entenderlo.

Mientras tanto el mencionado estaba bastante ocupado.

—No, Aley. —dijo Christopher abrazandolo.

—Ya te dije que si.

—Estas temblando.

—Hace frío. —lo abrazo de vuelta con brazos y piernas y se asusto cuando fue levantado de la cama sin dificultad y supo que ahora estaba en el baño.

—No tienes que presionarte con esto, ya llegamos lo suficientemente lejos por ahora.

Vio si labio inferior temblar antes de que lo abrazara con fuerza.

—T-Tienes razon...  no puedo...

Christopher lo sostuvo acariciando despacio hasta que se calmó. —Toma un baño caliente y cuando salgas veamos una película, ¿Bien?

Asintio.

Solo le sonrio soltandolo.

—Christopher, lo siento.

—No...

—Si, sé que lo normal para ti es tener sexo con desconocidos por eso creía que...

—No, ¿Somos novios o no? No te quiero solo por eso. Anda, toma un baño.

Y justo cerrando la puerta del baño la puerta de su habitación se abrio. Debería comenzar a poner el seguro.
El pelinegro sin entrar solo lo miro a los ojos y lo señalo.

—Christopher, muéstrame cómo tener sexo.

—¿Que?

Doble Decisión. ¤ CNCO ¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora