cincuenta

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—Dije que el turno terminaba a las 2.

—Puedo llevarte... pero no quieres irte, ¿Cierto? —lo apretó más contra su cuerpo.

—No, no quiero.—subió una pierna sobre la cadera de Christopher pronto sintiendo su mano recorrer su muslo. — Se que a pasado un mes pero exageraste...

—Oh, vamos... tengo que repetir tus palabras...

—No...

—"Se siente tan bien, Christopher..." Debi grabarte.

—Basta, deja de burlarte... estoy seguro que solo con mi voz puedo ponerte duro... —río ahora Aley.

—Mmm... quisiera ver eso, bebé.

—¿Estas seguro? No voy a hacerme responsable.

—¿Entonces quien? Me he vuelto un hombre de un solo chico... del chico más bonito que he conocido...

—Oye...

—Muy bonito.

—Gracias...

—Deberías confiar que eres tremenda hermosura...

—No... no lo soy...

—Es en serio, solo tus ojos, tus labios, vaya hasta tu nariz me encanta.

—¿Mi nariz?—río sintiendo un beso.

—Vaya, incluso amo sostener tus manos.

—Y...

—No, no hablaré de tu cuerpo, hablaré de lo amable que eres, el que siempre prefieres conocer una persona antes de juzgarla, que todo te emociona... tu cuerpo es bello, si, pero tu alma es lo que en verdad quiero para mi.

—¿No es mi cuerpo lo que t-te atrajo?

—No...

Aley suspiro antes de sonreír.

—Lo siento, no pense... —Christopher limpio sus lágrimas pensando que lo que había dicho había sido erroneo.

—Te amo demasiado, Christopher... no sabes cuando dude en si seguir contigo cuando empezamos a salir por que pensé que... que seria lo mismo de siempre, que solo era un pedazo de carne como todos los demás me ven y... te amo mucho...

—Bueno, puedo decirte que... lo primero que vi en ti era tu estura, en que tenías muy bonitos ojos... en que habías sido la primera persona en venir a mi sin saber quien era.

—Solo vi a un chico llorando que estaba roto igual que yo. —sonrio con Christopher abrazandolo fuerte.

Doble Decisión. ¤ CNCO ¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora