sesenta

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Habían pasado días, muchos para Christopher.

Había dado dos conciertos y estaba tan cansado mental mente.

Erick había estado ayudándolo cuando olvidaba alguna parte de la canción y ahora no estaba tras de él como antes sino que en ocasiones lo encontraba serio mirando a la nada y cuando lo notaba cerca solo huía.

Christopher suspiro entrando al comedor encontrando solo a Erick. Y este se levantó sin más, sin importar su comida pero Christopher lo tomó del brazo y lo regreso.

—Termina de comer.

—No... yo...

—¿Que es lo que sucede contigo? Siempre has sido tan molesto que ahora es extraño que actúes así, yo sé que yo te dije que no quería verte pero sigues bajo mi cuidado y por más molesto que esté no puedo verte mal.

—No es nada...

—Erick.

—¡Bien! ¡Si! Estoy molesto. Odio esto, odio que sufras por ese tonto que si de verdad te quería no te hubiera dejado ir por un solo beso y si tu... si tu me mostrarás como yo...

—¿De que estas hablando?

—Muéstrame cómo... muestrame la forma de gustarte por que lo he estado intentando desde hace meses y tu solo has ignorado mi existencia.

Era demasiada información crucial tan de repente.

—¿Te gusto?

—¡Si!

—¿Que hay de Nadia, de eso de enseñarte a...

—Yo... yo sigo con ella pero puedo terminarla si tu...

—No. Hace solo unos días que Aley se fue, no estoy listo, no quiero rendirme aún con el y menos voy a dejar que vuelva a malinterpretar las cosas contigo.

—¡Se fue! ¿Por qué no puedes solo dejarme mostrarte que yo puedo hacerte feliz?

—No.

Christopher suspiro frustrado olvidando el hambre que tenía solo caminando afuera del comedor.

Doble Decisión. ¤ CNCO ¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora