ochenta

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—Christopher. —Joel se acercó. —Hay algo que debo mostrate.

—Ahora no, debo prender las velas del pastel de Erick. Quiero ser yo quien le entregue el pastel.

—Es necesario. —dijo Richard.

Christopher resoplo rindiendose caminando con Joel al patio de atrás hasta que Joel le entregó su teléfono con Yoandri en video llamada.

—¿Hola?

—Creo que soy el menos indicado pero igual creo que tengo más calma que los demás, hace más de un año en una de tus citas con Aley hubo alguien que los reconoció tomando varias fotos que llegaron a casa de Aley amenazando con venderlas a la prensa.

—¿Que?

—Es todo lo que Aley nos permitió decir.

—¿Aley?— su corazón latía fuerte y doloroso contra su pecho. —¿Lo has visto? ¿Sabes dónde está?

—No, el solo dijo que esperaba que fueras feliz, que cumplieras tus sueños por que el no seria un obstáculo.

—¿Por que... ¿Por qué me lo dicen ahora? No tiene sentido, ha pasado demasiado tiempo, no...

Christopher miró a Joel morderse el labio inferior y encogerse de hombros. — Seguimos creyendo que no has tomado las decisiones correctas.

—¿Que decisiones? Todo lo que pasa ahora fue por cosas que solo acepte por que alguien más así lo queria.

—Exactamente, aunque lo dudes, tu también decidiste aceptar esas cosas... y has dañado personas a lo tonto. —dijo Yoandri encogiéndose de hombros.

Christopher se cubrió los ojos por que no derramaria una sola lágrima, no por que se había hecho una promesa a si mismo. Y no por que Erick no merecía que el le fallará aún más.

Richard solo negó y se alejó de la escena, debía hacer algo y Zabdiel sería parte crucial.

Zabdiel tendría que hacer confesar a Erick sobre lo que en realidad siente por Christopher o hacerlo cambiar y dejar a Christopher libre.

O ese sería un gran plan de no ser por que su mente quedó en blanco al verlo.

—No, no, no... —Erick volvió a acercarse a los labios del chico aquel. —Yo no deberia.

—Solo será esta vez, prometo que me rendire y no volveré a buscarte.

—Es que yo... no... —Erick se alejó y se limpio los labios. —No lo haré.

—De acuerdo, aún vivo donde antes, si es llegas a necesitarme.

Erick asintio aceptando un ultimo beso que lo tomo desprevenido cuando aquel chico cerró la puerta.

Richard solo se alejó perplejo pensando en que rayos se supone que iba a hacer ahora, había llegado a un límite, no importaba que tendría que hacer pero lo haría.

Doble Decisión. ¤ CNCO ¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora