sesenta y nueve

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—Erick... —toco la puerta y escuchó demasiado ruido y un quejido. —¿Estas bien?

El pelinegro abrio la puerta y señaló su rodilla. —Estaba intentando arreglar un foco y me asustaste así que me caí de la silla donde estaba...

Christopher río levantandolo del suelo y lo dejo sobre la cama para regresar a cerrar la puerta y el mismo cambiar el foco.

—Listo.

—Gracias.

—Solo venia a preguntar si estabas aburrido y quisieras...

Erick jalo su camisa y lo subió sobre sus labios con cariño sintiéndose bien al ser correspondido inmediatamente. Se recostó despacio con Christopher siguiéndolo quedando sobre el.

—Tu rodilla.

—Si estas aquí me siento mejor. —sonrio Erick.

Christopher lo observo tan tranquilo, el menor era feliz con el y si de esa forma no iba dañarlo, quizá podría dejarse llevar un poco tratándose de Erick aún cuando su corazón no se sentía dispuesto a eso.

Christopher se limpió la garganta y se sentó en la orilla de la cama.

—¿Pasa algo? —Erick se sentó al igual que el.

—Vayamos al parque.

—Christopher, son las 11 de la noche. —se quejo cruzándose de brazos.

—Vamos.

—No, eso es ridículo, no me gustan los... ¡Oye!

Christopher tomó su teléfono, sus zapatos y después a Erick entre sus brazos obligándolo a salir.

—Camina.

Erick suspiro frustrado poniéndose los zapatos caminando tras Christopher y sonrojandose cuando este tomo su mano y entrelazo sus dedos.

—Chris, acabamos de pasar tu auto.

—Iremos caminando.

—Hace frío.

—Nos abrazaremos.

Erick se rindió con aquello y dejó que lo guiara al parque. Christopher lo llevó hacia los juegos y lo sento sobre un columpio sentándose en el otro.

—¿Cuanto quieres apostar que llego más alto que tu? —sonrio Christopher comenzado a balancearse hacia atrás y hacia enfrente.

—¿Que? ¿Cuantos años crees que tenemos?

—Apuesto mi control rosa del PlayStation.

Erick estaba disgustado por ser tan infantil pero en verdad había querido ese control hace mucho.

Imito a Christopher subiendo alto y se asustó cuando lo vio saltar y caer en un aterrizaje casi perfecto que al final si terminó por caer al suelo asustando a Erick paran el columpio corriendo hacia el.

—¡Chris!

Soltó todo el aire contenido cuando este empezó a rei a carcajadas.

—Hacia mucho que no me sentía asi.—dijo riendo más jalando a Erick al suelo junto con él.

—¡Oye!

—Te extrañe, Erick.— dijo viéndolo de lado.

—Se que es frase de Richard pero... ¿Estas drogado?

—No. —rió. —Es solo que desde hace mucho... desde... en fin... extrañaba hacer este tipo de cosas contigo.

—¿¡Tratar de suicidarte en un parque?!

—También extrañaba que eres un aguafiestas. —se levanto con prisa y corrió hacia los toboganes.

—¡Chris, nisiquiera cabes ahi!

Este solo se deslizó hacia abajo gritando emocionado.

—Vamos. —tomo la mano de Erick y lo llevo con el.

—No lo haré.

—Por favor.

—No. Es tonto, como lo que estás haciendo.

Christopher lo soltó y retrocedió un paso y pasó una mano por su cabello y río algo dolido. —Tienes razón, supongo que tu preferirías estar en casa y solo besarnos y eso.

—Si, somos novios, eso hacen los novios.

—Ya, yo solo pensé que podríamos divertirnos como antes...

—Solo vamonos... —Erick se acercó. —¿No preferirías tener sexo ahora en lugar de esto?

Christopher lo miro a los ojos. No. Esa era la respuestas. El creía que era divertido, suspiro y asintio rindiendose.

—Vamonos entonces... pero no quiero tener sexo, no aún.

Erick bufo por que sabía que esa era la respuesta de siempre y cuando estaba por bajar de los toboganes Christopher lo hizo sentarse y deslizarse hacia abajo mientras reia.

—¿Fue divertido, cierto? —sonrio burlón.

—¡N-No lo fue!

Doble Decisión. ¤ CNCO ¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora