Doble Decisión. ¤ CNCO ¤

cincuenta y cinco

—¡Entonces uno de mis amigos olvido la presentación y tuvimos que ir en la noche con los guardias ahí! Y todo iba bien hasta que uno de los guardias tenía un perro policía y lo escuchamos ladrarnos!

—¿En serio!

—¡Si! ¡Christopher, sentí que era mi último día! ¡Era un perro enorme y me sentía como en una persecución nivel 5 en GTA!

Christopher río comiendo de su hotdog. —¿Por que era tan importante la presentacion?

—Por que el profesor lo revisaría la mañana siguiente y olvidamos que habíamos hecho una parte con una broma y así ll guardamos...

—¿Que tan grave?

—Le dijimos que nosotros fuimos quien puso el virus en su laptop lo cual nos dejó sin clase por 4 dias...

—Pensé que mi enano no hacía esas cosas...

—Uno, si las hago cuando estoy aburrido y dos, deja mi estatura en paz.

—Amo tu estura...

—Mm... bien...

Christopher suspiro por que no sabia cuanto tiempo tenía ahí solo escuchando y observando que tan suertudo era para encontrarse con ese ser humano que estaba ahí tan radiante haciendo sentirse tan feliz con solo tenerlo cerca.

—Christopher...

—¿Si?

—He estado tratando de ignorar que tu teléfono está vibrando pero creo que debe ser algo imoortante.

—No es nada...

—Christopher...

—Sigue contándome.

Aley sonrio y tomo el teléfono viendo 27 llamadas.

—Velez.

—Bien, contestaré.

—Quiero escuchar. —se cruzó de brazos y espero que contestara y pusiera el alta voz.

—¿Hola?

—¡MALDICION! ¿¡Donde demonios estas?!—escucho a Richard.

—¿En... Dallas?

—¿Dallas, Georgia? ¿A unas horas de aqui?

—¿En Dallas, Texas?

—¿TEXAS? No vamos a Texas hasta mañana y acabamos de dar una entrevista de radio sin ti.

—Bueno... tuve una emergencia.

—Si, claro.

—¿Richard? —Aley le quitó el teléfono y camino lejos de Christopher. —No te enojes con el, ni siquiera yo sabía que tenía trabajo, yo hablaré con él, no volverá a pasar...

—Esta bien, yo sé que el no piensa en ocasiones.

—¿Lo necesitas de regreso o...

—No estaremos ahí mañana por la tarde.

—De acuerdo.

—Aley... —Christopher le quitó el teléfono y colgó. —Solo fue una entrevista de radio, no era neces ...

—No. Vamos a hacer un trato, si tu haces tu trabajo completo puedes venir, y si yo me vuelvo a enterar que corriste aquí sin importarte nada no voy verte.

—¿Que?

—Christopher, no soy un mandón, no soy un exagero sino que se bien que si te amo voy a cuidar que estés bien y que mi amor no te dañe... esto no va a funcionar si tu estás pasando cosas por alto por mi.

—Pero...

—No, no digas nada, soy débil ante ti pero esto es en serio.

—Pero vine por ti.

—O no entendiste nada de lo que acabo de decir...

Este solo lo abrazó y lo llenó de besos.

—Aley... no se que me hiciste pero sufro cada segundo que no te tengo.

—Christopher...

—Y voy a intentar hacer mi trabajo pero no puedes culparme de que solo quiera correr a estar contigo.

—Estas chantajeandome con palabras...

—Claro que no, solo intento decirte que estoy aquí por que me vuelvo loco con la idea de que pase otro dia sin verte.

Aley se mordió el labio inferior y pasó una mano por su rostro por que su corazón ya se había rendido. —Hay que irnos, quiero besarte.

—Oye...

—¿Que pasa? —volteo a verlo y Christopher lo jalo para besarlo suavemente.