Capítulo XLVIII

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ALEX

—¿Qué está ocurriendo? —Preguntó Luke, Callie me miró y yo comencé a negar confundida.

—Aiden, cariño, ¿qué estás haciendo? —Preguntó Iris, acercándose a su esposo. Todos los invitados miraban a Aiden con desconfianza, sin embargo, él permanecía en medio de las dos hileras mirando a su hermano aterrado. Miré a Cian y él se acercó.

—¿Qué le sucede a tu hermano, Cian? —Pregunté y él negó, nervioso.

—No sé, preciosa. Iré a averiguar —miró a Luke y a Callie apenado—. Lo siento, muchachos.

—Descuida, espero que no sea algo grave —respondió Callie. Cian asintió agradecido y se acercó a su hermano, él murmuró algo y luego los dos se giraron para mirar a Alex.

—Mierda —dejó escapar él.

—Alex —se acercó y tomó mi mano.

—Descuida, iré a ver qué está sucediendo. No interrumpiremos la boda...

—No nos casaremos sin ti —lo interrumpió Callie sorprendiéndonos a todos.

—Prometo no tardar —aseguró sonriendo. Me dio un beso en la frente—. No te angusties, por favor.

—Iré contigo.

—Quédate con Mia y con Mili, por favor —los dos nos giramos para mirarlas y ambas estaban preocupadas—. Es mejor que se queden las tres juntas.

—Bien —preocupados vimos que Iris se acercaba a Gabriel, murmuró algo en su oído y él se levantó presuroso y se perdió dentro de la casa. Luego, Iris le hizo un gesto a Alex y él asintió. Alex me miró y volvió a sonreír.

—Tranquila —asentí insegura—. Chicos, lo siento...

—Vuelve pronto para que me pueda casar de una maldita vez —lo apuró Luke. Cuando Alex siguió a su padre quedé con una sensación de angustia, me llevé una mano al pecho y Callie me abrazó.

—Tranquila.

—Lo siento tanto.

—No te sientas culpable.

—Estabas a punto de...

—Descuida, todos comentarán mi boda como una de las más emocionantes de Londres. —Luke me guiñó un ojo y también me dio un beso en la frente. Cuando Iris se acercó, Callie y yo nos separamos.

—Lo siento tanto, chicos. —Murmuró ella.

Becca, Lucy y todo el equipo se desplegó para atender a cada uno de los invitados comentando que muy pronto se reanudaría la boda. Eso nos permitió hablar mucho más tranquilos.

—¿Qué está ocurriendo? —Pregunté preocupada. Iris me lanzó una mirada inquieta y una alarma comenzó a funcionar en mi cabeza.

—Es... Brianne.

—¿Brianne? —La interrumpí con sorpresa—. ¿Qué hace aquí?

—Quería hacer un escándalo, pero Aiden las detuvo a tiempo.

—¿Las detuvo? —Enfatizó Callie. Iris resopló y me miró angustiada.

—Marla también está aquí.

—No... —murmuré comenzando a agobiarme. Aiden se acercó a nosotros y miró a los novios apesadumbrado.

—Lo siento tanto, pero sino intervenía iba a ser peor. —Luke apoyó la mano en el hombro del esposo de Iris.

—Descuida, me alegra que no expusieras los problemas de los Cunnington. —Callie asintió en acuerdo con las palabras de su futuro marido.

—Iré a ver qué sucede —dije determinada.

No recordé olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora