Capítulo Final

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EMILY

Desde la boda de Callie y Luke transcurrió un mes, y durante ese tiempo ocurrieron muchas cosas.

La luna de miel de los recién casados también fue interrumpida, pero esta vez fue por algo que nos hizo feliz a todos. ¡Josie estaba llegando al mundo! Exactamente hoy estaba cumpliendo tres semanas y era la gordita más hermosa del mundo.

Tenía una imagen grabada de Alex rodeado por mujeres. Estaba sosteniendo a Josie con amor y ternura entre sus brazos, a un lado estaba Mili, Lena, Mia y Amalia, y un poco más allá, sentada en la alfombra estaba Alena y él les hablaba a todas con tanto cariño que mi corazón daba saltitos de emoción y cada vez que recordaba aquella imagen sonreía.

Últimamente todos nuestros recuerdos en común me hacían sonreír, y es que a veces el alma pide encarecidamente que expresemos sus anhelos.

Y eso estaba haciendo, no reprimía ni siquiera un suspiro.

La relación entre Gabriel y Mili avanzaba lento, pero no se detenía. Él tampoco la forzaba demasiado y ella valoraba ese gesto. A veces, salían y después de mucho tiempo logré volver a ver una sonrisa en el bonito rostro del padre de Alex. La disposición de Mili impregnó la mirada de Gabriel con un brillo esperanzador que cada día prosperaba un poquito más.

Sabía que la situación con Marla estaba congelada, ahí no había avance alguno porque ella no estaba preparada y la entendía. Gabriel estaba viviendo en el departamento de Alex y creo que saber eso a Marla la dejaba un poco tranquila. Tal vez nunca seríamos grandes amigas, porque las dos nos dañamos mucho en el pasado, pero esperaba que ella sanara cada herida y recuerdo. Deseaba que volviera a ser la mujer que solía ser por Alex y por Mia. Esperaba volver a ver a la Marla empoderada y risueña que fue durante casi toda su vida.

Y a Gabriel también le deseaba lo mejor, aunque sabía por el propio Alex que él le estaba dando tiempo a su esposa, no importaba si ella necesitaba un año o diez. Él iba a esperar, porque no imaginaba la vida sin su esposa. Anhelaba que el tiempo no se le fuera en falsas ilusiones. Mi corazón demasiado romántico les deseaba toda la claridad para que pudieran resolver sus propios problemas.

Torcí la boca.

—Tú corazón es un poco cínico, Emily Cunnington —murmuré—. Ni siquiera solucionas tus propios problemas con el padre de tus hijos —Mia me miró confundida y yo le sonreí.

—¿Le vas a decir a Alex? —Mili me miró por el espejo retrovisor. Ella iba manejando y nos conducía hacia la casa de Marla. La madre de Alex finalmente optó por encargarse de su rol como abuela y me pidió pasar tiempo con su nieta. Un gesto que me parecía un avance en su intento por reencontrase con la verdadera Marla.

—¿No le dijiste tú? —Mili negó.

—No, se va a volver loco con otro embarazo en la familia.

—Pobre tío Cian —murmuró Mia.

—¿Por qué dices eso, cariño?

—Cuando mi papi sepa que fue al tío Cian que se le escapó Mimí, y que, en ese escape, ella y el perro del vecino hicieron una mezcla... —Mia infló los mofletes y dejó escapar el aire con un ruido gracioso. Mili y yo nos reímos.

—Estoy de acuerdo con eso —añadió Mili. Ella se detuvo en las afueras de los terrenos de la casa. Sí, Marla había dado indicios que demostraban que ella realmente quería cambiar, pero tampoco quería exponer demasiado a Mili. Había relaciones que no se podían forzar porque simplemente nunca habría un lazo que las uniera y me temía que ese era el caso de Marla y Mili.

—No me tardaré más de diez minutos, solo dejaré a Mia y vuelvo —ella me guiñó un ojo. Mia le dio un beso.

—Te amo, tía Mili.

No recordé olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora