IX

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IX. DRAGONOLOGISTA.

TAL VEZ NO solo Bill Weasley tenía la manía de despertar a la gente a los gritos, sino toda su familia. En menos de tres minutos habré escuchado a todos los que estaban aquí adentro de la madriguera gritar a todo pulmón. Con bastante pereza y sueño, pase una de las manos por mi cara. Me estiré y observé el reloj, que estaba en mi muñeca. Este marcaba las cuatro de la madrugada, hora que aún yo seguía durmiendo. Definitivamente extrañaría mis específicos y lindos horarios de sueño. Tendría que tratar de adecuarme a estos nuevos. Pero antes de hacerlo, mejor debería arreglar lo anteriormente dicho; Los Weasley tienen la manía de gritar mucho y despertarte temprano. No importa el día que sea, ni el mismísimo Merlín te salvará de madrugar.

—¡Hora del desayuno! —Se escuchó

Al mirar hacia abajo, vi a Bill. Él estaba durmiendo todo acurrucado con una manta. La única pregunta seria que tenía era: ¿Cómo diablos podía dormir con todo este bullicio?

—Weasley — lo zarandee, bruscamente

Él no reaccionó, tal vez estaba muerto.

Y para verificarlo solo tuve que tomar mi varita y pronunciar en voz baja: aguamenti. Él inmediatamente se levantó. Y no exactamente de un buen humor. Por eso, desaparecí de ahí. Salí justo en la cocina donde ya estaban todos sentados en la mesa. Incluyendo dos pelirrojos más, que no estaban antes o no los vi.

A caso, ¿Salían de la tierra?

También debía agradecer que la aparición se me daba bien, la primera vez que tomé mi examen me fui pésimo. Aparecí a cincuenta millas de donde debía hacerlo.

Fue un fracaso, un completo fracaso.

—Buen día — salude, sonriente

Escuchar a Weasley gritar mi nombre desde aquí, fue gracioso. Todos rieron.

—Siéntate ahí, querida — me dijo Molly, en el asiento vacío al lado del nuevo pelirrojo

En cambio a los otros, este chico era un poco más musculoso y robusto. Su rostro estaba repleto de pecas que hacían que su piel tenga un tono bastante caribeño.

—Charlie, un gusto — se presentó

Sonriente, me senté junto a él.

—Willow, Willow Dumont.

Espere que me presentaran al otro, pero no. Estaba concentrando leyendo un periódico, creo que ni si quiera notó mi presencia.

—Aquí tienes, Willow. Bill me dijo que no comías carne — soltó, poniéndome un inmenso plato de comida al frente de mi — Son galletas de avena y zanahoria.

Que lindo gesto. Estoy amándola.

—Muchas gracias, Molly.

Ella sonrió.

—¿No comes animales ? —Preguntó el menor de los varones de la familia, sorprendido

—No como carne ni pescado. Pero si leche y sus derivados. Ya es algo que tengo incorporado desde casi los diez años.

Ron hizo una cara de horror.

—Entonces ... ¿Vives a base de... de plantas? —Pregunto, metiéndose un pedazo de tocino y huevo en la boca—Que...asco...d..de vida.

—No lo hace, Ron — habló su amiga — Es lactovegetariana. Su dieta incluye productos lácteos. La leche y sus derivados; como el queso y la mantequilla. Es una buena vida.

𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡 | bill. weasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora