↷ La vida de una chica que rompe maldiciones más que vivir es muy fácil, relativamente. En el intento trata de no morir y también, trata de sobrevivir al estúpido pelirrojo que tienes como compañero↶
hermosa portada hecha por la genia de @amygranger...
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II. HOGAR DULCE HOGAR.
LOS DOS CHICOS me dejaron sola para poder instalarme, aunque no servía de mucho ya que ni si quiera tenía un mísero espacio para dejar mis cosas. Así que solo deje el baúl en el piso, volviéndolo a su tamaño normal.
De ahí adentro saqué un par de sandalias, que servirían más que todo lo que traje de calzado. Una vez que me las puse, salí de la habitación e hice el mismo trayecto que habíamos hecho antes, hasta llegar a la entrada. Ambos estaban ahí, leyendo el periódico sobre un sillón. Bill al notar mi presencia, lo dejo. En cambio el otro, Jack, lo siguió leyendo. Hasta que también se dió cuenta de que yo estaba ahí, bueno, más bien se asustó. Colocó una mano sobre su pecho y maldeció por lo bajo, llevándose una mirada acusatoria de su compañero, Bill.
Tal como lo había hecho cuando llegue.
—Por Merlín Francesa, ¿No te enseñaron también a no asustar a las personas? Un día de estos me vas a provocar un infarto.
—¿Ya te instalaste?—preguntó el pelirrojo
—No había mucho que desempacar...ya está todo listo y acomodado.
—Entonces...podemos darte un tour—propuso el rubio, tirando el periódico hacia un lugar que ni si quiera observó—Y decirte las reglas.
Yo no dije nada, solo asentí. E inmediatamente el rubio me tomó del brazo y me obligó, mejor dicho, arrastró hacia el pequeño pasillo que había en la carpa. Dimos unos cinco pasos hasta llegar a lo que supuse que era la cocina. Era pequeña, había; una mesa, la heladera y una silla rota. Pero bueno, ¿era peor no tener nada, no?
Podría acostumbrarme a estar aquí.
—La cocina está abierta las veinticuatro horas. Puedo decir que mi especialidad son los grillos asados y la de Billie la sopa de escarabajos peloteros. ¡Es deliciosa! Prueba un poco y al otro día estarás en el otro mundo, literalmente.
Mmmm, rico. Bastante rico.
—¿No hay algo...algo...algo que no sea...
—¿Algo qué?—soltó Weasley, observándome
El fue hacia la heladera y sacó una pequeña olla, tomó un jarrón y sirvió un poco del líquido adentro. Después, se acercó hacia mí y me extendió eso. Tragué saliva al verlo, no se veía tan apetitoso. Era de color verde y estaba segura de que una mini garra estaba flotando allí. Y no solo eso, había moho y un largo pelo flotando a la deriva.
—Animalesco. No me gusta eso...
—¿Por qué?—murmuró Jack, robándome el tazón de mis manos. Uy, estaba tan apenada por no poder probar su sopa—Es el elixir de la juventud. Si quieres estar así de sexy como nosotros, úsala...Vamos, ¡Fondo blanco!
