↷ La vida de una chica que rompe maldiciones más que vivir es muy fácil, relativamente. En el intento trata de no morir y también, trata de sobrevivir al estúpido pelirrojo que tienes como compañero↶
hermosa portada hecha por la genia de @amygranger...
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NI SI QUIERA SÉ CÓMO llegue hasta aquí, bueno. En realidad si lo sé, aunque nunca pensé que lo haría. ¿En dónde estaba? Estaba en una pequeña cena junto a la francesa y el pelirrojo. La tensión e incomodidad se estaban apoderado del lugar, desde que entré a la habitación de San Mungo fue así. Después de esa situación, solo hable de trabajo. Los sanadores dijeron que él estaba bien, pero que aún deb descansar. Así que mientras él lo hacía, yo debía continuar. Porque si me quedaba esperando a que se recupere, todo se iba a volver más difícil y lento. Más si estábamos hablando de negociar con criaturas que eran muy difíciles de convencer.
Por casi decir que era imposible.
Ahora mismo estaba esperando a que llegue Henry, mi compañero. Él era parte de la orden, así que podría ayudarnos con la siguiente misión que estaba en la lista; que era ir a hablar con los troles ygigantes del norte . ¿Y por qué nos sería de gran ayuda que tengamos su apoyo? Porque se especializaba en troles, y ahora también con los dragones, específicamente con los Bola de Fuego Chino.
Henry era muy inteligente, aplicado y eficiente, no lo podía negar. Pensé que eso sería suficiente para convencer al chico pelirrojo, pero no fue así. Bill quería que nosotros sigamos sin ayuda de nadie. Estaba convencido de que podríamos hacerlo sin su ayuda. Pero la realidad era que no podíamos. Menos con lo último que sucedió, ¿Correremos otra vez el riesgo de que otro salga herido?
Claro que no, esta vez lo haremos bien.
—¿Se conocen hace mucho? —Pregunto la francesita, después de limpiar su boca
Bill que estaba jugando con el vaso, habló:
—A principios del año pasado.
—Oh, como los dos.
Abrí los ojos inmensamente, sin poder evitarlo. Todo lo que uno se venía a enterar.
Aunque más o menos ya sabia que fue por esa época. Tal vez por el baile.
—¿Hace cuánto se conocen ustedes?
Fleur miró a Bill, sonriente.
—Cuéntale.
—No es algo tan wow.
—Si que lo es — contestó, zarandeado suavemente su brazo izquierdo
Las ganas que tenia de salir de aquí no faltaban.
—Vamos Bill, cuéntame cómo se conocieron — insistí, mientras acuchillaba un pedazo de mi comida
Pobre de mi, estaba de mal humor. Tuve que compartir mi comida con ella, con ellos dos. ¿Saben lo que me costó soltar esa bolsa llena de Los riquísimos y glotones Bollos de Bath?
