𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡 | bill. weasley

X

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X. MUNDIAL.

DESPUÉS DE CASI media hora nos dispusimos a salir del hogar de los Weasley, la única que no nos acompañó en el trayecto fue Molly. Ella prefirió quedarse aquí a esperar nuestro regreso del mundial. Lo cual no fue bueno porque ella era la única que me defendía de las burlas y sustos del clan de los pelirrojos. Fue absolutamente cansador, cada un paso tenia una broma de los gemelos o de mi tonto y absurdo compañero. El cual no me defendía, el único que lo hacía era Charlie. Encima no del todo, muchas veces se reía junto a sus hermanos. Y en esos momentos la única defensa que tenía era la pequeña de los Weasley, Ginny. Era adorable y muy buena. Justo hora venía caminado a mi lado, junto a Hermione Granger. Ella también era muy buena, una joven muy inteligente por cierto.

La generación de ahora sería muy poderosa.

—¿A qué escuela mágica ibas? —Preguntó la pequeña pelirroja

—Beauxbatons .

—¿Ah, si? Leí que es hermoso — habló Hermione, que venía junto a nosotras

Todos los hombres iban adelante.

—Lo es, es un palacio inmenso.

—¿También tienen un sombrero seleccionador? —Indagó Ginny, curiosa

La amiga de los jóvenes Potter y Weasley, me observó, atenta.

—No, tenemos otro método. En cuanto llegas allí te dan una varita de oro. La tomas y agitas hasta emitir un encantamiento de estrellas que, podrá salir de color Púrpura; que irás directo a Papillonlisse; Azul; Ombrelune, o de color verde Esmeralda; Bellefeuille.

—Eso es fantástico — dijo Mione, emocionada — ¿A qué casa pertenecías, Wills?

«Oh, adorable. Ya tenía un apodo fijo »

—La mejor de todas, Bellefeuille.

—¿Y qué significa? ¿Qué es? —Me bombardearon de preguntas ambas

Sonreí, por los menos no molestaban como los otros. Con ellas si disfrutaba hablar. Aunque debía admitirlo, me estaba cansado de caminar y caminar. Hace horas lo estábamos haciendo.

—Niñas, no molesten — habló un pelirrojo, el cual aún no sabía su nombre

Lo único que hizo desde que entré es prestarle atención a un pedazo de papel.

—No me molestan — le contesté, esperando que me observara

Pero no pasó nada, él me ignoró.

—Percy no molestes, sigue leyendo ese tonto libro —contestó Ginevra, frunciendo su ceño

—Uhhh— se escuchó que dijeron los gemelos

—Estoy trabajando, no como ustedes ...— contestó, echándole una mirada de desprecio a su hermana — ¿Sabes lo importante que es que las brujas y magos se informen sobre la estandarización del grosor de un caldero?

«Es lo más aburrido que escuché en toda mi vida, y eso que he escuchado cosas peores» Pero no se lo iba a decir, rompería su corazoncito.

—¡Papá, ¿Cuánto falta, y a dónde vamos?! - pregunto Ronald, caminando junto a Potter

—¡No tengo idea, solo no se separen!

—¡Arthur, ya era tiempo de que llegaran! —Gritó una voz nueva

Más adelante, apareció un hombre.