𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡 | bill. weasley

IX

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IX. MAGOS TENEBROSOS.

LAS COSAS QUE DECÍA REGULUS Black no tenían ni un mínimo sentido para mi. Juro por Merlín que intentaba entenderlo, pero no podía. Hasta entender a un Quintaped era mucho más fácil que hacerlo a él. Pensé que iba a ser la única en no entender, pero no fue así. Bill estaba más perdido que yo. Hasta donde yo sé el pelinegro le había comentado todo.

La habitación quedo en un silencio bastante incómodo y notorio. Minutos después, el descendiente de la familia Black nos hizo una seña para que lo siguiéramos. Los tres bajamos las escaleras, hasta llegar hacia la cocina. Ahí habían distintas cosas pegadas, que tenían escritas varias oraciones que no lograba comprender por la caligrafía.

—Todos sabemos que un horrocrux es un objeto muy poderoso en el que una bruja o mago ha ocultado un fragmento de su alma, con el propósito de alcanzar la inmortalidad. La creación de un único horrocrux permite adquirir la capacidad de resucitarse a sí mismo si su cuerpo es destruido. Pero, la creación de varios horrocruxes permite casi la inmortalidad. Y en tu caso, eso seria. Pero no por el hecho de que sean tres, es el por el motivo que sean esos objetos. Lo que lo vuelve mucho más complejo...pero no imposible de realizar. Nada es imposible.

—Entonces...¿Qué hacemos?—preguntó Bill, atento a la explicación del hombre

—Escucharme, hasta el final.

—Tampoco tenemos tanta opción...—susurré, encogida de brazos

Black hizo una mueca, mientras señalaba el papel que estaba pegado en la pared.

—A pesar de todo esto es posible reconstruir el alma, pero es demasiado doloroso. Crear un horrocrux es un proceso complejo ya que se debe matar a una persona cada vez que se decida crear uno. Cuando uno mata a una persona, el alma se desgarra y así, se introduce a donde se haya decidido guardar cierta fracción de ella.

Al oír eso, mi bilis se me fue hacia la garganta. Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, acompañado de un dolor en el pecho.

«Matar personas» Ni si quiera quiero imaginarme todo esa inhumana crueldad.

No quiera imaginarme lo que yo pasé.

—Pero hace años atrás vengo estudiando esto, así que tengo una teoría bastante coherente de lo que podríamos hacer: El alma todavía puede ser reparada a través del poder redentor del arrepentimiento. Es lo más fuerte que hay, hasta donde sé. En tu caso, sería mucho más fácil. Hablando relativamente, claro.

¿Debería estar feliz por eso?

—¿Arrepentimiento de qué?—espeté, confundida

Justo en ese momento, cruce miradas con Bill.

—De matar.

¿Pero...yo maté?

—No, no lo hiciste...no del todo. Nosotros te ayudamos. Pero en sí, si lo hiciste.

No lo podía creer, no era nada fácil de ingerir.

¿Qué clase de personas dejaban que le hagan eso a una simple niña pequeña?

Mejor dicho, ¿Qué clase de personas hacían esto? . La respuesta era: sólo ellos.

Coloque una de las manos sobre mi cien, sobándola suavemente. Esto me generaba más angustia y pánico que todo lo anterior. De mi boca no salió ni una sola palabra, de otra manera le hubiera dicho mil insultos.