XIII.

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XIII. SECTUMSEMPRA

LAS MANOS DEL PELIRROJO, continuamente tocaban mi rostro, en busca de alguna pequeña herida. Su rostro estaba serio, demasiado. Una vez que se quedó él mismo seguro de que yo estaba bien, me ayudó a levantarme del piso. Entre los dos había un silencio que era bastante notorio, hasta podría decir que comenzaba a ser incómodo. Bill estaba en un especie de shock, yo lo iba acompañando por el mismo lugar.

—L...lo maté. Yo...lo maté.

—Él también quiso matarnos.

—Lo sé—susurró, observando mis ojos—Pero...pero yo lo maté. Le hice un boom y él...él hizo poom.

—Greyback también te atacó, Bill. Y también lo quiso hacer conmigo. Si no fuera gracias a ti, que llegaste. Yo no existiría...

—No existirías...

Sus ojos brillaron.

—Si no llegaba no existirías—repitió

Parecía que su voz se estaba rompiendo.

—Pero estoy aquí, junto a ti—murmuré, acariciando su mejilla—Estamos juntos.

—Si...estamos juntos.

Poco a poco, él comenzó a volver a la normalidad. Solo bastaron cuestión de minutos para que lo haga a su tiempo.

Y no lo comprendía, porque yo estaría igual.

Hasta, tal vez, reaccionaría peor.

Un grito desgarrador se escuchó desde aquí. Puedo decir que ambos nos quedamos en silencio al escucharlo. Nuevamente, sonó. Pero esta vez, sentí que mi corazón se iba a salir de lugar. Rápidamente, nuestras miradas conectaron. Él susurró un: Jackson. Y eso fue lo que bastó para que salgamos corriendo de ahí. La desesperación comenzó a invadir cada partícula de mi cuerpo. Un paso más que daba, un peso más que caía sobre mi. No quería pensar lo peor, pero mi mente ya había comenzado a hacerse miles de escenarios. Todos eran una pesadilla, una muy fea. Tuve la esperanza de que sea otra cosa. Pero termino siendo lo que más teníamos. Al llegar al final del pasillo y doblar a la izquierda, lo encontramos. Jack no estaba solo, estaba acompañado de Severus Snape. Él tenía su varita en la dirección del rubio. Este último yacía sobre el suelo, desangrándose de una manera inimaginable. Si no hubiera sido porque Bill me tomó el brazo, no hubiera reaccionado. Quedé en blanco, simplemente, mi mente dejó de pensar al ver a mi amigo casi muriéndose.

William aturdió a Snape, mientras ambos corríamos hacia donde estaba Jackson. Él lugar estaba lleno de sangre, bueno, los alrededores en donde estaba. Pillot se quejaba de dolor, mientras lloraba. Intenté buscar la herida que estaba produciendo este horror, y la encontré. El problema era que no era solo una, Erasmo muchísimas. Habían varios cortes sobre su cuerpo. Lo que me causó más miedo y desesperación. Tontamente, rompí pedazos de mi túnica mientras los colocaba sobre sus heridas El rubio se quejó de dolor, mientras maldecía en el apellido de Snape y todos sus familiares.

Mientras que yo me encargaba de cubrirlo, Bill se encargaba de curarlo.

—N...no funciona.

Mi corazón hizo poom.

—¿Q...qué?

Las lágrimas que habían comenzado a acumularse en mis ojos comenzaron a ser muy molestas. Intentaba contenerme lo más que pudiera, no era momento de llorar.

Era momento de accionar.

Los dos invertimos lugares. De mi boca salieron todos los hechizos sanadores posibles y por haber en este mundo. Estuve así por varios minutos, teniendo la esperanza de que alguno nos ayude. Mejor dicho, lo ayudé.

𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡 | bill. weasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora