Advertencia
Este capítulo contiene escenas explícitas que puede resultar intolerables y/o ofensensivas para menores de edad. Si está clase de contenido no es apta para ti te recomiendo saltar al final del capítulo.
Les recuerdo que este fic ha sido escrito con el único fin de entretener.
Si no tiene ningún inconveniente puede proceder a disfrutar de su lectura.
—–––––––––––––––––————————Narrado por Tomura:
Cómo todos saben, mi nombre es Shigaraki Tomura, un Druida que se dejó consumir por la oscuridad para convertirse en la Sombra más fuerte de todos los tiempos. Pero lo que no saben es mi historia.
<–Fantasía de un Soberano–>
<–Tomo II–>
Hace aproximadamente 226 años, en el vigésimo sexto año de la Cuarta Edad, un pequeño cachorro de cabello azul nació en una noche tranquila.
Mi madre, Shimura Emilia, una joven omega, se encontraba exhausta luego de largas horas de trabajo de parto. Pero a pesar de lo cansada que estaba lo único que quería era tenerme en sus brazos.
–Mira, Kotaro, tiene tus ojos –dijo mi madre a mi padre mientras me acariciaba la cabeza.
–Es hermoso –respondió papá apunto de llorar de felicidad por mi nacimiento–. Mi hermoso Tenko –en ese tiempo mi nombre era Shimura Tenko.
Mi padre era Shimura Kotaro, un alfa aventurero certificado de tipo espadachín que también amaba la caza. Era todo un temerario, le gustaban los desafíos y era el tipo de persona que cuando se junta a beber con sus amigos nunca suelta una moneda, pero es el que más toma.
Mis padres estaban sumamente felices de tenerme, ya que mamá había tenido dos abortos antes de mí. Ella solía decir que yo era alguna clase de bendición que aportaría cosas buenas al mundo cuando sea mayor.
Yo nací en el Reino de Indygor del continente de Málanar. Nosotros vivíamos en una humilde cabaña en las afueras del pueblo de Bled. No éramos ni muy ricos, ni muy pobres, simplemente teníamos lo necesario para vivir.
Papá iba al gremio de aventureros de Bled temprano todas las mañana, allí se reunía con su equipo para hacer algún trabajo mientras que mamá se quedaba cuidándome en casa ya que al ser una omega no tenía permitido trabajar.
Indygor al ser un país tercermundista estaba muy apegado a las costumbres de antaño, los omegas que ya están marcados por un alfa tenían prohibido trabajar ya que es tarea del alfa mantener a su familia. La única tarea de los omegas era dedicarse a cuidar del hogar, complacer a su alfa en todo momento y criar a los cachorros. Los omegas que no estaban marcados y no tenían dónde vivir hacían trabajos pesados y asquerosos como cortar leña, limpiar la letrina, jalar carretas pesadas, cavar tumbas, trabajar de servidumbre y algunos hasta se prostituían, lo normal.
Mi padre no era esa clase de alfa territorial e iracundo, siempre trataba a mamá con mucho respeto. Era un hombre muy apasionado y energético, y siempre se veía animado y sonriente, era muy raro verlo deprimido.
Mi madre era muy amable y cariñosa, siempre trataba de ver el lado bueno a todo aún en las peores circunstancias. Siempre decía que debemos sacar fuerzas de dónde no tenemos para no sucumbir a la desesperación de los malos momentos. Fue por eso que después de dos abortos continúo intentando tener hijos, razón por la que también era sobreprotectora conmigo.
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Fantasía de un Soberano [Katsudeku-Omegaverse] En Edición
FanfictionBakugou Katsuki, rey de Mytitur, ostenta el liderazgo sobre el reino más prominente y avanzado del continente. Su dominio se destaca en todos los aspectos, desde la magia y la arquitectura hasta las armas, consolidándolo como una superpotencia. El r...