Cap 40: Entre la Luz y la Oscuridad: Parte IV

10.8K 614 2.5K
                                    

Han pasado 84 años... Ok no, en realidad fueron prácticamente tres meses y en todo ese tiempo lo único en lo que pensaba era en poder actualizar y ya por fin lo logré.

Gracias a todos por ser tan pacientes conmigo, de verdad lo agradezco mucho.

Nunca pensé que este capítulo fuera tan largo, por eso si ven algún error o una oración en la que haga falta una palabra, por favor notifíquenme enseguida para hacer su debida corrección.

Espero que les guste mucho este capítulo, dejen sus votos y comentarios que yo estaré dichoso de leerlos.

Sin más que decir, disfruten.
——————————————————

Con la llegada de Katsuki y sus dragones, Izuku y compañía recobraron las esperanzas de sobrevivir y de poder ganar esta guerra, no todo estaba perdido aún, todavía tenían oportunidad para eliminar a los Nomus que quedaban.

Katsuki volaba en su dragón sobre lo que quedaba del campo de batalla derramando fuego a aquellas criaturas que huían de él. El fuego de dragón es más ardiente que la lava misma y a pesar de que los Nomus ya estaban muertos aún podían sentir cualquier dolor que era infringido en ellos gracias a que el núcleo que tienen les proporciona un sentido falso de vida y con eso todo lo que conlleva.

Izuku y los demás veían como los tres colosales dragones escupían fuego sobre aquellas criaturas dejando anchos caminos de tierra carbonizada, fue en ese momento cuando se dio cuenta que Katsuki vino con los mismos dragones con los que lo llevó a volar la otra vez y verlos en acción fue de lo más maravilloso.

La vista para todos era increíble, ver gigantescas llamaradas de fuego caer sobre la tierra era de lo más reconfortante, y aliviados de salvarse de las garras de la muerte –de nuevo– cayeron sentados al suelo.

Tetsutetsu examinaba a su beta con desenfreno para asegurarse de que estuviera bien mientras que este trataba de tranquilizarlo diciéndole que no se preocupara y Eijirou y Sero se dieron un fuerte abrazo de lo felices que estaban por haber sobrevivido.

Izuku se encontraba a un lado viendo como todos se abrazaban por lo aliviados que estaban y volviendo su vista al cielo derramó una lágrima de felicidad.

–Finalmente llegaste... Kacchan –dijo Izuku para sí mismo con una gran sonrisa.

En ese momento, Eijirou se acercó junto con Sero.

– "¿Finalmente?" ¿Acaso Katsuki ya venía en camino para acá? –Preguntó el pelirrojo.

–Sí –respondió el omega–. Fue por eso que también vine. Cuando supe que Kacchan venía para acá supe que algo grave había ocurrido y estaba seguro de eso ya que nunca lo había visto tan apurado hasta ese momento. Él no me dijo nada y pretendió encerrarme en Salazen Kou para evitar que yo me involucrara, pero no podía quedarme de brazos cruzados sin hacer nada. Y menos mal que vine porque de lo contrario Toga los habría asesinado a todos.

–Que bueno que llegaste primero o si no sería tal y como dices, pero a pesar de que mi hermano siempre llega tarde lo hace en el momento más oportuno. Se puede decir que eso lo hace confiable.

–Espere un momento, Alteza –habló Sero–. ¿Si Su Majestad no quería que viniera no se enojará cuando lo vea aquí? –Midoriya anchó sus párpados sumamente sorprendido, hasta ahora no había pensado en como reaccionaría Katsuki cuando lo vea en medio de un campo de batalla y a causa de eso se lo estaban carcomiendo los nervios.

Fantasía de un Soberano   [Katsudeku-Omegaverse] En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora