Fantasía de un Soberano [Katsudeku-Omegaverse] En Edición

Cap 14: Indicios: Final

– ¡¡¡NOOOOOOOOO!!!

– ¡Izuku, cálmate! –Gritó un bicolor.

– ¡Todos sosténganlo! –Gritó un pelirrojo.

Midorya Izuku, un joven omega que vivía con mucho esfuerzo y dedicación junto a su pequeña familia. Humilde de corazón, inocente cómo un bebé recién nacido, puro cómo un diamante y bello cómo un ángel. Estaba ahora forsejeando violentamente para liberarse del agarre de las personas que querían calmarlo.

– ¡SUELTENME, NO ME TOQUEN!

– ¡Sosténganlo fuerte! –Gritó Mirio.

Shoto, Eijirou, Mirio, Tamaki y Tenya estaban tratando de sujetar al violento omega en su cama, quien despertó de golpe histérico y lleno de pánico.

– ¡¡¡NOOOOOOO!!! –Con ese último grito liberó una poderosa onda dorada de su cuerpo, que mando a volar a todos los presentes lejos de él cayendo frente a la puerta.

Luego de que todos cayeran al suelo se miraron unos a otros preguntándose con la mirada que era lo que había sucedido. Pero solo uno de los afectados lanzó la pregunta que todos se hacían.

– ¡¿Pero que demonios fue eso?! –Exclamó Tamaki.

– ¿Pero que es éste poder? ¿Desde cuándo Izuku puede usar magia? –Inquirió muy pensativo Todoroki–. ¡Hay que buscar a Katsuki!

– ¡Ya debe venir en camino, mientras tanto sujetemoslo! –Dijo Eijirou y al estar todos de acuerdo con él corrieron hacia al omega, pero en cuanto Izuku los vio acercarse de nuevo volvió gritar desesperado.

– ¡NO! ¡NO! ¡¡¡NOOOOOOO!!! –Con su último grito liberó una poderosa aura dorada que se expandió por toda la habitación destrozando cosas cómo, ventanas, espejos, esculturas y vasijas. Todos los muebles volaron por los aires haciéndose trizas al chocar con las paredes y los candelabros colgantes se hicieron pedazos al caer al suelo.

Todos estaban impactados, jamás habían escuchado nada de que los omegas tenían la capacidad de usar magia tan poderosa. No sabían que hacer, mientras que la habitación se destrozaba, Shoto los cubrió con barreras magicas en forma de burbujas para protegerlos de la ola de demolición.

En ese momento en el que no tenían idea de cómo lidear con el trastornado omega y la desesperación los abrumaba; las puertas de la habitación se abrieron violentamente dándole paso a un rubio con capa roja acompañado de una Bruja anciana.

Katsuki liberó de golpe de su aroma cacao, inundando la habitación con él. Gracias a eso el omega cayó boca abajo sobre la cama quedando inconsciente de nuevo.

– ¡¿Que fue lo que pasó aquí?! –Preguntó furioso.

–No... no lo sabemos –respondió su hermano bicolor–. De un momento a otro se despertó gritando y cuando tratamos de calmarlo se puso peor.

–Sí, no entendemos nada –habló Kirishima–. Hasta ahora no sabía que los omegas podían usar magia tan poderosa.

–Tiene razón, esto es muy desconcertante –comentó Iida.

– ¿Usted sabe algo, Chiyo? –Preguntó el heterocromático. Chiyo, que estaba atónita al ver todo el daño que un pequeño omega había hecho, no pudo encontrar una razón lógica para explicar la situación de ahora.

–No, no entiendo nada –Chiyo caminó con cuidado entre la destrucción de la habitación para acercarse a la cama dek inconsciente Izuku, dónde lo examinó de pies a cabeza con su ceño ligeramente fruncido.

Todo su cuerpo estaba cubierto de vendas manchadas de sangre, debido a su violento comportamiento sus heridas se abrieron.

– ¿La magia se sanación no funcionó? –Preguntó la Bruja al notar eso.