Entendiendo finalmente lo que sucedía, Katsuki relajó los hombros, encorvó la espalda y dejó salir un gran suspiro. Una expresión apática se apoderó de su rostro y el ceño se frunció como de costumbre.
–Todavía estamos aquí, Kacchan.
Dijo una existencia malvada que no paraba de observarlo con esos enormes ojos negros de obsidiana. La blanca sonrisa de un demente enmarcaba su tenebroso rostro, mientras mecía los rizos verdes de su cabello inclinando la cabeza de un lado a otro.
A continuación, tanto la entidad siniestra como el mismo Katsuki empezaron a caminar en círculo sin dejar de mirarse mutuamente. De los dos, solo el omega de pecas tenía la guardia alta, ya que estaba muy pendiente de los movimientos del alfa.
Katsuki, por otro lado, tenía un aspecto extrañamente tranquilo. Aunque entendía la situación a la perfección se hallaba demasiado relajado. Volvió a soltar un suspiro y se acarició el puente de la nariz mientras seguía avanzando en círculo.
–¿Es en serio? –dijo–. ¿Por qué siempre terminas poseído por algo?
"Izuku" inclinó la cabeza a un lado y su torcida sonrisa cambió de ángulo, como si hubiese reaccionado al cuestionamiento del monarca.
–Y más importante –continuó el alfa–, no es justo que ahora todos puedan poseerte menos yo. Yo también quiero estar dentro de ti, ¿sabes?
La respuesta que recibió del omega fue exactamente la misma, con él inclinando la cabeza al lado contrario sonriendo escalofriantemente.
–Ahora me dirijo a la cosa dentro de él. –El tono de Katsuki se oscureció en ese instante, su mirada carmín se volvió feroz y fulminante; con la misma que vio al omega de rizos verdes borrar su macabra expresión–. No sé cómo lo conseguiste, pero ¿de qué te sirve apoderarte de su cuerpo ahora? ¿Acaso no sabes que estás completamente indefenso, vil alimaña de porquería?
Como había hecho hasta ahora, "Izuku" ladeó la cabeza, pero con un signo de interrogación pintado en su pecoso rostro. Se pinchó la mejilla con el dedo y sus cejas se alzaron conjuntamente.
Esa era buna reacción, porque de esa forma Katsuki descubrió que esa cosa dentro del Druida podía entenderlo. Y ahora fue su turno de sonreír como un desquiciado.
–Ni siquiera siento lastima por ti, cosa dentro de mi prometido –afirmó el cenizo–. No pudiste escoger peor momento que este para poseerlo.
Las palabras del monarca hicieron que "Izuku" enderezara la cabeza, teniendo el ceño duramente fruncido. En sus ojos negros estaba la cara del sonriente alfa reflejándose como un espejo, pero viéndose totalmente despreocupado. Cosa que no entendía.
De manera abrupta, el Druida de risos verdes frenó sus pasos y juntó las muñecas con las palmas abiertas en dirección hacia el hombre de cabello rubio, quien enarcó una ceja estrechando al límite su blanca sonrisa.
Juntando las muñecas de ese modo, lo que "Izuku" quería hacer era obvio, atacar con magia. Siguiendo el conjunto de fundamentos básicos, en su mente imaginó la manifestación de la magia brotando de sus manos, como una esfera negra nebulosa rodeada por anillos púrpuras. Todo lo que tenía que hacer para conjurarla era mover el poder mágico en su interior y la energía mística del mismo realizaría la materialización de la magia visualizada en su mente.
Sin embargo, aunque cumplió con todos los requisitos, la magia no surgió. Y Katsuki se burló de él a sus anchas con una grotesca carcajada.
–Pero ¿qué pasó? –inquirió el monarca, fingiendo sorpresa con las manos abiertas–. Todavía estoy esperando tu ataque.
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Fantasía de un Soberano [Katsudeku-Omegaverse] En Edición
FanficBakugou Katsuki, rey de Mytitur, ostenta el liderazgo sobre el reino más prominente y avanzado del continente. Su dominio se destaca en todos los aspectos, desde la magia y la arquitectura hasta las armas, consolidándolo como una superpotencia. El r...