Cap 52: Con el Consejo de Guerra: Parte II

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Si tuviera que regresar al momento exacto que su vida cambió para siempre, entonces debía ser este, en una noche con una relumbrante luna llena que prescindía de la compañía de las estrellas, hallándose sola entre las tinieblas.

No obstante, para la eclosión de un evento tan fundamental como este se necesitaría de más testigos que una solitaria luna de luz preciosa, ya sea por esa razón o no, el cielo de esta noche había sido ocupado por una cantidad innumerable de voluminosas nubes, que eran arrastradas con el paso de la brisa fría, creando a su vez monumentales sombras que recorrían toda la tierra con paciencia.

En esta misma noche de luna llena su vida cambió drásticamente. En verdad no se lo esperaba, en su mente nunca estuvo la remota idea de que cierto acontecimiento se realizaría, en todo lo que pensaba era en ayudar a su familia. A su padre que estaba cansado por el estrés y el declive de energía física y mental que invirtió en sus labores diarias, ayudaba a su madre para que no se angustiara tanto por todo el trabajo que quedó pendiente y se enfocara más en tratar a su enfermizo hermano mayor antes de que su estado pase a peor.

Todo lo que siempre ha hecho desde que tuvo conciencia es ayudar a la familia que lo trajo al mundo, a sus maravillosos seres queridos que, a pesar de todos los problemas y la pobreza, lo han criado con mucho amor. Y es exactamente por ese mismo amor que aquel niño de tan solo 8 años de edad se encuentra trabajando en el campo a altas horas de la noche, extrayendo las coles que están listas para cosechar.

¿Su nombre? Tokoyami Fumikage.

Su familia se dedica a trabajar en la agricultura y cuentan con bastantes campos de cultivos para ello; sin embargo, las cosechas de los últimos meses no han sido buenas y han enfrentado grandes pérdidas, debido a esto se han empobrecido y endeudado terriblemente.

Todas sus esperanzas están puestas en las coles, ya que hay indicios de que esta podría ser una buena cosecha, pero si el resultado no es favorable significaría que la tierra ya no es apta para trabajar y les quitarían todas sus posesiones para saldar las deudas con los prestamistas.

Regresando al pequeño Fumikage, él se vio en la obligación de cubrir a su padre hoy porque colapsó del cansancio al medio día, quien desde la primera hora de la mañana ha estado trabajando solo segando las coles y, a causa del estrés que le generan todos los problemas, finalmente su cuerpo sucumbió al agotamiento y no ha podido recuperarse.

Necesitan cosechar las coles, sus vidas dependen de ellas, es por esta razón que Fumikage se está esforzando tanto.

Por supuesto que no ha trabajado en el campo desde que su padre se desmayó, todos han estado esperando por su recuperación desde entonces, pero todavía sigue postrado en cama y, cuando cayó la tarde, entendieron que no regresaría a trabajar.

Por otro lado, en la mañana vendría un cliente potencial que tuvo la bondad de ser el único en ofrecerse a visitarlos para verificar si compraba o no el producto, pues todos los lugareños saben de las malas cosechas que han tenido los Tokoyami.

Por eso no hay tiempo que perder, si su padre no puede trabajar, entonces él lo hará en su lugar.

Bajo el mar de nubes inmensas que, por brevedad permitían que el suelo fuera iluminado por la luz de la luna, el pequeño Fumikage se esforzaba con mucho ahínco en su labor.

Con sus pequeñas manos examina la cabeza de la col, verificando que esté compacta, dura, después la extrae a la fuerza de la tierra con todo y raíz, le corta el tallo con un cuchillo, le quita todas las hojas sobrantes y finalmente la añade con las otras dentro de una carreta.

Ha repetido este proceso con un poco más de una docena de coles; sin embargo, aún faltaban cientos de cientos por cosechar, este trabajo normalmente suele hacerlo su padre, su madre y su hermano mayor cuando no anda enfermo.

Fantasía de un Soberano   [Katsudeku-Omegaverse] En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora