Fantasía de un Soberano [Katsudeku-Omegaverse] En Edición

Cap 35: Mi Reino

Capítulo largo para compensar la demora en actualizar.

Disfruten.

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Esa noche en la que aparentemente Katsuki lo descubrió, Shoto vio todo su miedo reflejado en los ojos rubíes de su hermano, de todos los eventos posibles no se esperaba ser descubierto esa forma tan simple y ahora no sabía si viviría o no después de esto.

Quería pensar en una forma de convencerlo de lo contrario, pero su mente estaba perdida en aquella mirada tan filosa que podría incluso cortarle una vena.

Su cuerpo se sacudía por los fuertes temblores como si supiera que ya había llegado su hora, que ya estaba listo para meterse en un cajón y ser enterrado tres metros bajo tierra. Ante esa posibilidad Shoto no podía hacer nada, sabía que enfrentar a Katsuki sería una completa estupidez, lo único que podía esperar ahora era su inminente final.

A pesar de que Bakugou le había dicho que nunca intentaría asesinarlo ya no estaba muy seguro de eso, había dado por hecho que no sobreviviría a lo que sea que su explosivo hermano valla hacerle. Estaba tan asustado y nervioso que su temperatura comenzó a descender y un sudor frío se apoderó de su rostro.

Su cuerpo dejo de responderle, sus funciones motoras se paralizaron a la vez que sentía como la sangre que corría por sus venas empezaba a congelarse. Solo estaba de pie viendo los aterradores ojos de su hermano que bien podrían robar un alma y cuando vio que este extendía su mano hacia él dio por hecho que todo había terminado.

–Tranquilo hombre, es broma –Katsuki muy sonriente colocó la mano en su hombro mientras que Shoto trataba de no colapsar en ese momento–. ¿Te asusté? Te pusiste muy pálido.

Aquel bicolor no tenía idea de cómo reaccionar, estaba seguro que se entregaría a los brazos de la muerte para que su alma por lo menos pudiera finalmente descansar, pero ahora ya no sabe ni que pensar.

Katsuki vio que todavía seguía en su estado de shock y tomándolo por los hombros comenzó a zarandearlo para que reaccionara.

–Es una broma, reacciona. Yo sé que serías incapaz de traicionarme así porque muy bien sabes lo que espera, ¿Cierto? –Todoroki aún en su estado de shock asintió con la cabeza–. Maldición, a estos tipos no se les puede hacer una bromita porque enseguida piensan que ya voy a matarlos.

En ese momento Todoroki recuperó el aliento a la vez que sentía como recuperaba el control de su cuerpo y su alma regresaba a ocupar aquel recipiente que había dejado llenarse de miedo.

–E-Esa fue una broma de muy mal gusto, Katsuki.

–Son ustedes los que no aguantan nada. Pero ciertamente tu olor a cambiado, ¿Tú celo se acerca, cierto?

–A-Así parece.

–También parece que el efecto de esa poción está por terminarse, ¿Cuántos años fueron?, ¿Cinco o cuatro desde la última vez que bebimos?

–Creo que fue hace cuatro años.

–Muy bien, mandaré a pedir supresores mientras le digo a Tokoyami que prepare una nueva poción. Ni tú, ni Eijirou pasarán por un celo de nuevo y de eso voy a encargarme como siempre.

–C-Como tú digas.

–Pero la verdad me sorprendes que te asustaras tanto, Shoto, se supone que el que nada debe, nade teme, ¿No es así?

–S-Sí, pero con esa mirada cualquiera perdería los estribos –Katsuki sonrió orgulloso de sí mismo.

–Gracias hermano.