El príncipe Erick ||Joerick||

11

Erick se dirigía al despacho que pertenecía a Joel, él estaba hablando por teléfono.

- Es insoportable, no puedo

No había ningún guardia así que se situó detrás de la puerta a escuchar, a pesar de saber que era una falta de respeto.

- No digas eso

- Es la verdad, casi no lo veo y cuando está cerca solo quiere estar pegado a mi, como si fuera su escudo

Erick no entendía de quién hablaba.

- Lo eres, serás su esposo Joel

- Más tiempo pasa y no sé si estoy haciendo lo correcto

Algunas palabras se distorsionan por la puerta.

- En verdad agradezco este viaje a México para estar lejos de Erick

Y a pesar de la distorsión de las palabras su nombre se escuchó claramente.

Erick lo comprendió, al parecer Joel no lo quería cerca.

- ¿Qué haces ahí?

Se espanta dando la vuelta.

- ¿Espías a Joel? -niega- no te preocupes es inevitable y más con la fama de mi hermano ¿Verdad? -no dice nada- pequeño Erick, Joel estuvo muy enamorado de Christopher, pero se va a casar contigo

Eso ya no era suficiente, lo había escuchado claramente, Joel no lo soportaba y lo peor era que le estaba contando a su ex.

- Yo...-tartamudea- yo tengo que irme

Corre de vuelta a su habitación, pero se topa con la Reina.

- Erick

- Su Majestad -se inclina-

Él estaba a punto de quebrarse, Patricia lo notó pues su ojos estaban cristalinos.

- Veo que ya te enteraste -la mira extrañado- siento que no te hayamos avisado antes pero tienes que estar en el aeropuerto en este momento

Recordó lo que estaba hablando; Joel se iría a México.

- ¿Ahora?

- Si si ahora -comienza a caminar pero no la sigue- anda Erick, tienes que ir a despedirlo

Solo la siguió si le contaba qué Joel continuaba en el despacho sabría que lo espió.

En el aeropuerto el príncipe de Mónaco llegó poco después de ellos, Joel se dirige hacia su prometido con una sonrisa que ahora Erick no logra devolver, su semblante es gris mostrando su tristeza.

- Quita esa cara larga Erick -toma sus manos- solo serán unos meses

Joel creía que estaba triste por su partida, lo que no sabía era que en la cabeza de Erick se repetían aquellas palabras tan crueles que habían salido de su boca.

- Lo siento -baja la mirada-

Las lágrimas escaparon.

- Hey no, no llores -toma su rostro- tu belleza se opaca, no me gusta verte así

Joel sabe que es incorrecto pero a pesar de ello lo pega a su pecho, la gente hablaría de lo sobre actuado, sin embargo algo en su interior quería protegerlo inevitablemente. Erick se aferra y su llanto incrementa por su confusión; hace apenas unas horas había escuchado a Joel decir que no lo soporta y ahora lo abraza como si lo que dijera no tuviera significado.

- ¿En verdad está llorando? -dice Israel desconcertado-

- Déjalos, es buena publicidad

- Pues yo me burlare de Joel por esto toda lo que le resta de vida -añade Gabriel-