El príncipe Erick ||Joerick||

13

Nos encontrábamos en la iglesia que me casaría; era el ensayó oficial antes de la boda.

Todos se encontraban en su lugar, Joel aún no había llegado y me negué a practicar sin él, de manera solitaria me senté en un escalón junto al altar.

La familia Real me miraba, culpandome por hacer perder su tiempo, justo en este momento me importaba un carajo, era mi futuro y tenía que dejarlo claro.

Amo a Joel, pero no estoy dispuesto a sacrificarme por él ni por nadie aquí dentro.

Lo veo entrar y mi corazón se acelera de inmediato sin que lo pueda evitar, las mariposas revolotean, pero en el fondo están presentes las dudas.

Se detiene con la Reina y su familia, todos voltean a verme de forma quisquillosa incluído Joel y sé que ya le han dado la queja o nosé que le hayan inventado.

Camina hacia a mi acomodando su saco y con las manos entrelazadas en su espalda como es su costumbre.

- Erick...

- Tenemos que hablar -me levanté-

Ni siquiera me incline ante su presencia simplemente nos guíe hacia la parte trasera del altar donde estaba un pequeño cuarto.

- Llegaste ayer -asiente- y te fuiste a Libiet en vez de ir al palacio ¿A caso era más importante? 

- De hecho si -interrumpe- eran asuntos muy importantes

No era la respuesta que esperaba.

- ¿Ir a verlo a él?, Si claro, tenías que darle la medalla ¿No?

Joel no estaba enterado de que yo estaba al tanto de la medalla y eso me muestra que no tenía la intención de contarme. 

- La vi Joel -un nudo se formó en mi garganta- era demasiado obvio, la J y la C, cuánta creatividad -dije sarcástico- Joel, quiero la verdad

- Déjame hablar entonces -se exalta- fui a Libiet a darle la medalla a Chris porque fue un regalo de despedida, se acabó, lo deje muy claro porque ahora estoy contigo Erick

Mi corazón dió un brinco por la culpa que ahora sentía. 

- También llegué tarde porque fui por esto -saca una cajita y la abre-

Era un gran anillo dorado.

- Contiene el sello del príncipe de Mónaco, mi sello -recalca- y es para ti

Toma mi mano poniéndolo directo en mi dedo índice y las mariposas surgen nuevamente.

- Es nuestro sello ahora, la insignia de los príncipes de Mónaco -toma mis manos- te extrañe Erick

Un intento de sonrisa cubrió mi rostro, no me sentía triste, lo que sentía era vergüenza por haber dudado de Joel; que tonto en siquiera pensar en cancelar la boda; me abraza y me lleno de su perfume escondiéndome en su pecho.

Joel se sentía culpable por no sentir culpa al mentirle a Erick, su mirada se desvío hacia la puerta y ahí se encontraba su tía, la princesa Sofía mirándolo con lástima, ella percibía lo que realmente sentía su sobrino; lo había vivido en carne propia cuando no la dejaron casarse con la persona que amaba solo por ser divorciado.

Después del ensayo la familia real se reunió; la Reina, Reina madre y Sofía estaban presentes al igual que Israel y Gabriel.

- Espero que sea realmente urgente el llamado Sofía -entra el Rey-

- Debemos detener la boda

La miran alarmados.

- Es un error, Joel no ama a ese chico

- Lo amara -dice Francisco- cuando Erick obtenga mayor edad tendrá más confianza y su belleza aumentará, Joel se enamorara

- ¿Cuando lo entenderán? -no dicen nada- cuando comprenderán que forzar matrimonios y evitar otros solo contrae tragedia, así como en el mío

- Mi hijo no es como tu hermana, él tiene carácter sabrá manejarlo

- Joel ama a alguien más ¿Es tan difícil ver eso? Solo va a lastimar a Erick cuándo lo siga viendo después de casarse...

- Así funciona -interrumpe la Reina madre- todos tienes su amantes, es normal

- Solo jugará con ambos madre, tenemos que evitar esto, por Joel, por Erick, por su integridad y su paz

- No vamos a cancelar nada Sofía

Todos se levantan dejándola sola, su familia era insensible, se hacían los ciegos ante la realidad, ella era la única que lograba verlo, esos muchachos serían infelices.

Por la noche el pueblo lanzo juegos artificiales al cielo en celebración a mi boda que sería al día siguiente.

Las luces iluminaban el cielo y después desaparecían entre la oscuridad; eso quería hacer: desaparecer.

No le mentí a Erick al decirle que había terminado con mi romance con Christopher, lo hice y fue lo más doloroso que haya hecho, porque ahora sí era definitivo, Erick es lindo, perfecto y tan inocente que quisiera protegerlo de todos incluso hasta de mi, pero si le mentí al decirle que lo había extrañado, porque en él único que pensé en aquel viaje fue en Chris.

- Joel...

- Madre -se inclina-

Se sitúa a mi lado mirando también por la gran ventana.

- Tu Bisabuela la reina Mónica estaba enamorada y desposaria a su gran príncipe, pero unos meses antes de su boda aquel príncipe enfermo gravemente y después murió

Entendía por dónde iba.

- Ella siguió firme y desposo al hermano menor del que era el amor de su vida, un príncipe poco alineado, era todo lo contrario a su hermano, pero ella se casó porque era su deber; no había amor y tampoco atracción

La mire, no entendía como estaba dispuesta a qué yo viviera infeliz, si era su hijo.

- Pero sabes que si había -no dije nada- respeto y admiración que de a poco y con el paso del tiempo se convirtió en amor

- ¿Crees que eso suceda con nosotros? -susurre-

- Si, su matrimonio duro más de cuarenta años hasta que falleció

Baje la mirada al sentir como mis ojos se comenzaban a hinundar.

- Se que no eres feliz en este momento Joel, pero si estás dispuesto a seguir con el ejemplo de tu bisabuela y sacrificarte hoy, el amor y la felicidad vendrán después

Levanté la mirada y las lágrimas escaparon, no quería esto para mí en lo absoluto, no amaba a Erick y sabía que jamás lo llegaría a querer, sin embargo mi madre no se inmutó ni por un segundo al verme llorar, se quedó firme para después caminar hacia la salida dejándome solo.

Tenía que seguir con esto, porque a pesar de no casarme mañana, lo haría después y en ninguno de los casos sería con Christopher.

¿Alguien aquí siente lástima por Joel?
Les leo

¿Les va gustando?

Maratón 4/?

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