El príncipe Erick ||Joerick||

4

Mentiría si dijera que no estoy ansioso por salir con el príncipe Joel, es el sueño de toda persona dentro del reino y creo que también fuera de él.

Me sentí triste cuando no se presentó a la boda de mi hermano, pero lo entiendo, su tío el Lord Ricky había fallecido y era más que aceptable; además al parecer la suerte está de mi lado, ahora me invitó a salir después de que lo vi en la entrada de la feria y no puedo evitar sentirme afortunado.

- Tienes que verte perfecto Erick

- Si, es tu primera cita y debes ir radiante

Rikki y Dayron son mis mejores amigos, hemos estado juntos desde la preparatoria. Ahora vivimos en el mismo apartamento, ellos están más entusiasmados por mi salida con el príncipe que yo mismo.

Yo sabía que esto sucedería, este es mi destino.

Un coche paso a recogerme.

- Sin tocar Erick

- Dale unas miradas coquetas

- Que te desee

Yo solo asentía.

- Nos vemos en un rato

Me abrazan.

- Suerte Erick

Les sonreí y subí al coche con ilusión de por fin estar a solas con Joel.

- ¿Abuela?

- No pensaste que te dejaríamos asisitir solo ¿Verdad?

- Bueno yo...

- Eres alguien descente, era lógico que tendrías que ir acompañado

Me recargue en el asiento, aún así continuaba feliz; era una cita con el príncipe.

- Espero sepas comportarte con los modales que te inculque Erick y no con los de tu madre

Y adiós gran noche mi sonrisa por fin logro borrarse después de tantos días.

Tenía que mencionarla.

Mi madre nos había abandonado, un día se fue y jamás volvió, Yanelis se comportó como nuestra madre hasta que se caso dejándonos solos a Yoandri y a mi con la abuela; realmente no fue una buena infancia.

El divorcio afecto a nuestra familia, éramos la primera generación Colón que sufría un divorcio, mi padre perdió su honor y mi madre a su país pues fue obligada a irse a otra parte del mundo.

- Llegamos

El coche se detiene sacándome de mis pensamientos.

Al bajar creí que Joel me estaría esperando en la entrada, pero no fue así, nos guiaron hasta el palco y ahi estaba él.

Me sonrió e hice lo mismo junto a una reverencia mostrando mi respeto hacia la monarquía.

- Alteza real

- Erick...

- Alteza -entra la abuela y la mira extrañado-

- ¿Usted es?

- Su abuela y me quedaré a acompañarlos

La incomodidad en su cara fue evidente, yo trate de disculparme con la mirada dándola una pequeña sonrisa.

Joel mando llamar a unas personas que separaron nuestras sillas poniendo en medio una extra para mí abuela.

Nos sentamos y la ópera comenzó, me fascinaba la música y estaba encantado con la vista que teníamos desde arriba; lo sentía casi mágico.