El príncipe Erick ||Joerick||

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Las vacaciones en familia las pasaríamos en Estonia, era temporada de caza y la realeza era gran fan de ello, a excepción de mi.

- ¿Nos dirás su nombre Joel?

Nos encontramos cenando.

- Si hijo, ¿La conocemos?

Decidí no responder.

- Erick -suelta Israel- Erick Colón de Oxford hermano menor de Yanelis y Yoandri, hijo de el señor Erito, son aristócratas, buena familia

- Que bien, me agrada -alardea mi madre- suena realmente interesante Joel ¿Porqué no lo invitas?

- Si hijo, deberías traerla

- No creo que le agrade la idea

Trate de evadirlos.

Aún no estaba seguro si Erick era el indicado, sé que es mi mejor opción, pero traerlo a esta casa llena de buitres; son capaces de comérselo vivo.

- Pues si no es así, entonces no tiene caso seguir con eso -la miré- venir a Estonia es una tradición que no pensamos romper

- Otra falla Joel -añade Gabriel-

- A este paso hijo, no encontrarás a nadie

- Aw, el pobre rey se quedará solito -se burla Israel-

Odiaba que me atacarán de está manera. Era un blanco fácil de atacar, por ser el futuro rey no puedo permitirme equivocarme y tengo tanto miedo a fracasar.

Con la cabeza llena de insultos me levanté de la mesa sin decir nada y camine a mi recámara, no merecían siquiera mi irá.

Decidí llamarle, lo extrañaba.

- Quiero que vengas

- Imposible Joel, no puedo

- ¿Osas rechazar una invitación real del futuro rey? -reímos-

- Lo siento

- ¿Qué es tan importante?

- Ser padre y también esposo

Rodé los ojos.

- Eso jamás te ha detenido antes Christopher

- Debes soltarme, ya lo habíamos hablado

- No puedo

- Ya lo tienes a él

- No es lo mismo, él no es como tu

- Es Joven, hermoso y está a la altura

- ¿Esos son celos?

Sentía orgullo al ponerlo así.

- Tal vez, pero llámalo, invitalo a él

- Eso mismo me dijo mi familia

- Y por primera vez coincido con la realeza

A pesar de haber tratado de romper nuestro romance, me es imposible dejarlo ir porque lo quiero, sin embargo entiendo que tenga la razón.

- ¿Qué se supone que diga?

Jamás he cortejando a alguien, las personas siempre vienen a mi; ahora era diferente, yo era el interesado.

- Anotalo porque no pienso repetir está cursilería

Horas más tarde tome el valor suficiente para marcar su número.

Un pitido, dos, tres y justo en el cuarto respondió.