22

644 92 86
                                    

- La gallina se burlaba a carcajadas y le decía al cerdo, te mataran, te van a matar

- ¿Porqué dices eso gallina? Pregunto el cerdo

- Los patrones dijeron que le darían chicharrón a la gallina, mañana almorzaré cerdo, habla orgullosa

- Si serás tonta, te darán chicharrón, pero porque te van a matar a ti, dijo el cerdo rodando los ojos

- Y ahí la gallina lo comprendió todo -decimos al mismo tiempo- ella era la que moriría

Todos comienzan a reír y hace tanto tiempo que no me sentía así, había olvidado lo que disfrutaba de la compañía de Christopher.

Después de dejar a Erick en casa de sus amigos, acudí a la reunión semanal de mis conocidos, Christopher y Richard eran parte del círculo, sabía que estarían aquí, pero no quise decirle a Erick.

No podría traerlo aquí conmigo, Erick no se incluiría, no es su tipo de ambiente y no quiero que lo arruine.

La noche se hizo corta y para cuando cheque la hora ya eran más de las tres, mire por la ventana, Charlie seguía esperando. Christopher me acompaño hasta a fuera, todos ahí sabían lo que teníamos incluido Richard, se colgaba de mi brazo hasta la salida, aún continuamos riendo.

- Vete por la mañana -negué-

- Debo regresar, te llamaré

- Bien -hace un puchero-

Hace que recuerde a Erick, seguro estará molesto.

- Adiós Christopher -le sonreí soltando su mano-

Antes era fácil, yo era un hombre libre, pero ahora tengo un esposo, uno al que no amo, pero si respeto.

- Dame un beso Joey -me jala y retrocedí- ¿Qué pasa? -frunce el ceño-

- Tengo que irme

Lo rechacé, me sentí extrañado, jamás lo había rechazado antes y ahora fue un movimiento involuntario el que lo hizo.

El camino fue silencioso.

- Se que no me incumbe -habla Charlie- pero el príncipe Erick llegó temprano organizando una cena para usted y creo que ya estará dormido

Lo mire en silencio y no le respondí, era la servidumbre, yo no le debía explicaciones a nadie.

En cuanto estacionó baje de prisa hacia nuestra recámara, Erick no estaba ahí, baje de nuevo en su búsqueda hasta que lo encontré en el jardín a lado de la piscina.

Se abrazaba a sus rodillas y tenía la mirada en el cielo estrellado; Erick tenía esa costumbre: perderse en los paisajes.

- Hace mucho frío aquí afuera -dije de pie a su lado, me ignora- Erick...

- Lo prometiste y no llegaste

- Se me fue el tiempo en el trabajo, en verdad lo lamento

- No digas mentiras Joel -aun no me mirá- llame a Claus, estabas en casa de los Waldorf, con él

Me había descubierto, con cautela me arrodille a su lado.

- Fue solo un rato, no paso nada Erick -trate de tocar su hombro-

- No -me empuja de inmediato- no me toques

- Erick... -dije extrañado-

No creí que se pondría de está manera.

- No quiero que me vuelvas a tocar, eres asqueroso

- Déjame de explicarte

- No -se levanta- no quiero escucharte, no te quiero en mi cuarto nunca más Joel

El príncipe Erick ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora