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La tarde estaba tranquila, las aves se escuchaban entre los árboles, el viento era calmado y el sol se ponía en un bello atardecer que lograba hacer ver aquel lugar lleno de muerte en un paraíso.

Ver ese pedazo de piedra con su nombre gravado lo remontaba a todos los bellos momentos que pasaron juntos; su mejor amigo, su alma gemela.

"Zabdiel de Jesús".

- Zab... Me rendí -aprieta sus labios- ya no pude seguir luchando, te falle -trata de no llorar- perdoname, perdoname por no ser tan fuerte como tú creías, como tú me hiciste sentir

Erick se arrodilla frente a la lápida dejando un ramo de flores blancas en forma de estrellas.

- Tu eres mi estrella en la obscuridad -susurra pasando su mano por su nombre- ay Zabdiel...

Su llanto hace presencia, lágrimas de desahogo, lágrimas de perdida e impotencia por no poder cambiar el pasado. Sollozos que brotaban de su pecho y sonidos que emitía su voz porque aquel dolor que lastimaba su corazón. No se detuvo, lloro sin importar el mañana, lloro porque cada lágrima valía la pena y no sé detuvo hasta que su cuerpo sintió que era suficiente.

Se puso de pie limpiando su rostro, sorbiendo su nariz y tallando aquellos ojos verdes que ahora se adornan de un color rojo alrededor por el llanto.

- Te prometi que no me separarian de mis hijos, quizá esto no es lo que esperaba, pero funcionará -suspira- al menos eso espero, es mi último día aquí, mañana me voy de España, voy a huir como un cobarde, como si fuera un criminal y prefiero mil veces eso que vivir el resto de mi vida sin Brian o Alina, sé que tú me comprendes y que serías el único que no me juzgaría, pero antes de marcharme tenía que darte las gracias, gracias por las alas que me diste y también a decirte adiós, siempre estarás en mi corazón Zabdiel, solo espero -mira al cielo- que donde sea que te encuentres te sientas orgulloso de mi

- Lo está

Lo mira pero rápidamente regresa de nuevo su vista a la lápida.

- Ni siquiera preguntaré cómo supiste que estaba aquí, porque de seguro fue Yoandri

- Erick...

Intenta tocar su hombro pero se retracta bajando sus manos.

- Tenemos que hablar

- No hay más que hablar Joel, hemos puesto todo sobre la mesa, nos hemos lastimado y simplemente ya no puedo

Erick se estaba dando por vencido incluso antes de escuchar a Joel.

- Se que te hice daño Erick, cada maldita noche recuerdo tus ojos rompiéndose por mi culpa, me fui y te pido perdón por ello, pero estamos aquí, vivos Erick

- Eso no cambia nada

- Lo cambia todo, es todo lo que tenemos, si me perdonas, te prometo que...

- No quiero escuchar tus promesas Joel, jamás cumpliste una

Hablaban pero no se miraban a los ojos.

- Fue mi decisión quedarme cada noche a tu espera y fue la tuya jamás llegar, te perdoné y....

- Entonces vuelve conmigo -ruega- a nuestra casa, con Alina y con Brian, para que estemos juntos, para que todo esto haya valido la pena, no rompas nuestro lazo

Se supone que ya está roto.

- No trate a Zabdiel como tú, pero pude ver lo que significaba para ti, le tenía celos porque yo no podía ser como él, actuar libremente y amarte sobre todo, pero te amo, eso es lo único que importa Erick

El príncipe Erick ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora