- No sé si sea correcto
- Vamos Erick, esta puede ser tú última noche con nosotros
- A parte tu eres de los que no te importa lo que digan los demás
- Me importa lo que diga Joel
- Joel aún no es tu esposo, aún eres libre
Erick es una alma libre, le gusta divertirse y teme no dar una buena imagen hacia la corona, pero es joven y lo que diga la gente jamás ha hecho que cambie su forma de ser.
- Okay...
Bajaron del coche adentrándose hacia un pequeño bar; estaba oscuro, luces de colores acompañadas de humo ambientan la pequeña fiesta.
Tres muchachos jóvenes disfrutando de la música, bailando, cantando y divirtiéndose sin saber lo que sé aproxima en su futuro; un maestro, un abogado y un futuro príncipe que algún día será un Rey.
Cuando regresaron a casa los tres se dejaron caer sobre la gran cama de Erick.
- No vuelvo a tomar de esa manera
- Por favor Dayron, eso dijiste la última vez
- Cierto -completa Erick- eres un caso perdido
- Algún día terminarás arrestado
- Bueno, pues cuando MI mejor amigo sea el príncipe me sacará de prisión ¿Cierto Erick?
Con la mirada en el techo, Erick se imagino su gran boda, su luna de miel y también el resto de su vida de ensueño junto al príncipe de Mónaco; sin duda sería un cuento de hadas.
- ¿Erick?
- La tierra llamando a Erick -rien- lo hemos perdido
- Pégale
- Hazlo tu
Dayron le da un pequeño golpe en la frente.
- ¿Eso que fue? -se sienta-
- Te fuiste -los mira extrañado-
- A joelandia sin duda
Se vuelven a acostar entre risas.
- ¿Eso fue un si?
Un poco si, pero Erick no les diría; continuó vagando hasta que lo recordó.
- Dios -se sienta de nuevo-
Sus amigos lo imitan.
- ¿Qué sucede?
- Mañana temprano vendrán por mi -se levanta-
- ¿Erick a dónde vas?
- Son casi las cinco, tengo que bañarme cuando ellos dicen temprano es temprano
Dayron y Rikki solo vieron como su amigo se perdía en el pasillo.
- Te dije que era serio
- Sigo pensando que es mala idea
- No amargues su felicidad Day
- No lo haré, Erick es fuerte y él sabrá cuidarse
Al día siguiente a las diez de la mañana Erick ya se encontraba en la entrada del castillo Real.
Joel lo recibió solo con una sonrisa y siempre con las manos atrás, era una manía que Erick había notado en él.
- ¿Cómo has estado?
- Bien, gracias por preguntar señor ¿Y usted?
- Ocupado...
Joel era de pocas palabras, pero no era algo que incomodara a Erick.
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El príncipe Erick ||Joerick||
Fiksi PenggemarEncontró al cordero virgen y decidió sacrificarlo *No se permiten copias ni adaptaciones*. - Iniciada 23 de enero 2021 - Terminada 6 de agosto 2021