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- ¿Cuando vamos a aterrizar?

- Tenemos que hacer escala en Portugal alteza, después de ochos horas aterrizaremos en Monterrey, visitaremos las principales ciudades y...

- Mi hijo necesita estabilidad -interviene Erick- es un bebé

- Y es por eso que no era parte del plan Erick -habla Joel- es una viaje pesado no son vacaciones

- Lo deje claro desde el principio -señala- sin mi hijo yo no vendría

- Es por eso que ahí es donde se quedara Brian

Erick mira confundido a Martin y después a Joel pero este decide ignorarlo.

- ¿Quedará? -frunce el ceño ante Martín y él asiente- ¿Cuánto tiempo?

- México es el más estable de las conquistas españolas, ahí no sufrirá ningún tipo peligro y solo serán las primeras seis semanas

- ¿De quién fue esa absurda idea?

Erick ya se había enfadado, al parecer lo que él pensara no importaba, odiaba que la gente tomara decisiones sobre su hijo sin siquiera consultarlo; él era su padre.

- Mía señor

- ¿Tiene hijos? -niega- ahora entiendo -acusa- venga conmigo

Joel se había mantenido callado asientiendo ante la petición de Erick y Martín lo sigue.

Se dirigen a la parte donde dormía Brian.

- ¿Qué ve? -coloca su mano en la cintura-

- A su Alteza Real, el príncipe Brian, futuro rey de España -acomoda sus lentes- el heredero al trono, Alteza

- Eso es un título -señala molesto- un título no se puede ver

Joel escuchaba todo desde su lugar, de seguro Erick ya tendría el rostro rojo de la furia que emanaba.

- ¿Qué ve? -repite-

- Un bebé dormido

- ¿Le parece feo?

- No

- ¿Entonces es hermoso?

Martín comenzó a sentirse incómodo.

- ¿Cuál es su punto alteza?

- Que mi hijo es hermoso, es perfecto, usted ¿Cómo espera que yo como padre esté separado de él tan solo un segundo?

- Porque usted es el esposo del príncipe de Mónaco y es su deber servir a la corona y al país, deber que tomo por voluntad propia convirtiéndolo en príncipe, ese es un gran acto para la monarquía

Martín creyó que había ganado la batalla.

- El único gran acto que puedo hacer por este país y por la monarquía no es ser sumiso y sonreír a las multitudes, sino ser una gran padre, un padre presente de carne y hueso, darle la mejor crianza para cuándo sea Rey primero se llene de humanidad y tanto usted sabe cómo yo que eso no lo tendrá de la realeza

Y a pesar de ser tan crueles sus palabras Joel sabía que eran verdad, jamás recibió un buen trato ni amor paternal de ninguno de sus padres y si Erick quería brindarle ese amor a su hijo, él no se opondra porque también ama a su hijo.

Al llegar a Monterrey tendrían que tomar otro vuelo directo a Guadalajara, en el aeropuerto Brian lloraba demasiado impidiendo que Erick saludara a la ciudadanía haciendo enojar a Joel.

- Erick... -regaña-

- Ya ya bebé, no llores -ignora a Joel-

- Alteza -gritan- príncipe Erick muéstrenos a su hijo

- Príncipe Erick un sonrisa

- Principe Erick ¿Qué tal el viaje?

Erick ni siquiera miraba a las cámaras por mantener a Brian protegido, mientras Joel era el que daba la cara tratando también de que no se acercarán demasiado.

Joel trataba de sonreír pero era  imposible con todo el ruido que había, una multitud enorme que los rodeaba; eran el cuento de hadas que todos querían, un amor de fantasía, la realeza, una verdadera historia de amor.

La entrevista en Monterrey la hizo solo Joel porque Erick tuvo que cuidar de Brian, había tenido cólicos y no lo iba dejar solo así tuvieran que hablar con el mismo presidente.

- Es mejor así

Erick se había mantenido callado durante el vuelo a Guadalajara.

- Podrás ir a las entrevistas y...

- Solo quiero que esto termine lo antes posible

- Se que prometiste que no ibas a obedecer...

- No te estoy obedeciendo -interrumpe ofendido- es mi deber y no lo hago por ti o tu familia, lo hago por mi hijo, todo lo hago por él Joel

Cuidar de su hijo era su objetivo principal, Erick no permitiría que nadie en la tierra dañará a Brian o que lo utilizará a su conveniencia, aunque de manera a cruel Erick solía estar siempre junto a su hijo porque él había hecho que olvidará, que Joel lo dejaba solo para irse con su amante.

Al llegar a Guadalajara dieron la primera entrevista juntos. Fue el mismo movimiento, camarógrafos gritando el nombre de los príncipes, fotos de ellos tomados de la mano; las apariencias eran importantes.

Era una entrevista aburrida, tal y como las demás, siempre preguntando las mismas tonterías.

¿Son felices?

Si.

¿Se aman?

Por supuesto.

¿Cuando tendrán al segundo heredero?

Pronto

Mentiras que salían de la boca de Joel solo hacía sentir a Erick aún peor, Joel narraba lo que era el sueño de Erick, lo que se suponía que era su cuento de hadas: ser felices para siempre y está relación era todo lo contrario.

No eran felices, tampoco se amaban y Erick no quería un segundo hijo; conocía las consecuencias si eso llegara a pasar.

- Principe Erick, ¿Qué le ha parecido el viajé?

- Maravilloso -sale del trance en el que había estado desde el comienzo de la preguntas- México es muy colorido

Había quedado fascinado desde el momento en el que puso un pie en el país americano. La gente era alegre, no había apariencias que guardar, reían, cantaban, no se parecía en lo absoluto a la gente de España.

- ¿Le gusta el folklore?

Erick no sabia el significado de esa palabra.

- Si, debe ser muy rico

Los entrevistadores se burlan logrando que Erick se sonroje; no entendía que había hecho mal.

- A Erick más bien le gusta el baile glamuroso -agrega Joel-

- Si claro, es un príncipe

Vuelven a reír haciéndolo sentir incómodo, a Erick no le gustaba que solo pensaran que era un título, una corona con preciosos diamantes y trajes caros.  Erick era más que eso, se los haría ver con sus acciones.






















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El príncipe Erick ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora