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Al día siguiente decidí que tenía que hablar con él, evaluarlo y saber que es lo que realmente quiere.

Junte todo el valor que no sabía que tenía y por fin entre a aquel café; era exclusivo, solo gente de la alta sociedad lograba entrar. Al centro se encontraba Christopher observando el menú, camine hacia él y por primera vez en la vida sonreí de manera hipócrita; no sabía que se haría una costumbre.

- Christopher...

- Erick -se levanta- siéntate, aquí hacen unos postres maravillosos

Una arcada me invadió de repente al pensar en postres; la noche anterior había tenido otro episodio, baje a la cocina y comí todo lo que quedaba en el refrigerador para regresar al cuarto y vomitarlo. Me ayudaba a calmarme, sé que no es normal pero me quita parte de mi ansiedad.

- Oye Erick -lo mire- ¿Puedo verlo?

- ¿Qué?

No había prestado atención a lo que había dicho.

- El anillo -me sonríe-

- Si claro

Toma mi mano y lo acaricia por encima.

- Es verdad

- ¿El qué?

- Que tus ojos son más hermosos -fruncí el ceño- todos vimos la entrevista de su compromiso, jamás había escuchado decir algo tan cursi a Joey

De nuevo aquel diminutivo.

- ¿Joey? -salio de mi boca sin pensarlo-

- Si, es el diminutivo que yo uso para llamarlo y él me dice Chris, ya sabes nos entendemos

Demasiado bien a mi parecer.

- ¿Les tomo la orden?

- Si, quiero una rebanada de chocolate con leche caliente y unos bombones rellenos de fresa

Mucha azúcar.

- ¿Usted joven?

No tenía ni idea que pedir, así que me fui con la corriente.

- Lo mismo -trate de sonar seguro-

El mesero se va.

- Es delicioso no te arrepentirás, Joey ama venir aquí, se hizo costumbre venir a cenar después de los partidos de fútbol

Sus palabras de alguna manera lograban afectarme aunque yo tuviera el anillo sobre mi dedo.

- Seguro ahora tendrás que venir siempre después de cada juego

Justo llegó el mesero, era tanta comida y se veía tan asquerosa, Christopher partió el pastel y se lleva un gran trozo a su boca.

- Lo amarás anda

Con el tenedor comencé a desbaratar la comida para simular que me la comía.

- ¿Cómo la haz pasado?

- El castillo es muy grande

- Casa, Joey le dice casa

Comenzaba a fastidiarme.

- Es muy grande y no conozco a nadie

- Podemos ser grandes amigos -me sonríe, toma mi mano y la quite de inmediato- él estará encantado

- Lo conoces muy bien -asiente- al parecer te cuenta todo

- Si, de hecho me llamo varias veces esta semana

El príncipe Erick ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora