El príncipe Erick ||Joerick||

42

La noticia de mi embarazo alegro al Reino, un segundo heredero venía en camino y yo era el único que no estaba feliz.

Mi matrimonio de por sí no funcionaba y ahora todo se iría a un abismo sin fondo, uno donde por más que gritara y luchará jamás podría salir.

No quería este segundo hijo, no porque sea un desalmado, yo amo a los niños, pero se que con su llegada el compromiso con Joel se termina.

- Gracias Alteza real -se inclinan-

En los últimos años la monarquía ha dejado a mi cargo las obras de caridad. Me mantiene ocupado y ya no estoy encerrado en casa todo el día. Les da miedo arriesgar tanto su imagen, no se acercan a las personas, no los tocan, ni hablan con los ciudadanos; a mí me sale natural, me he enfocado en los niños de la calle y también en los ancianos, es importante cuidarlos y en este último evento estoy buscando un trato digno a los trabajadores, igualdad y equidad, suena injusto, pero ver el dolor y el sufrimiento de estás personas me hace olvidar el mío haciéndome sentir incluso afortunado con mi vida.

Algo que no había olvidado de mi vida anterior era apreciar el paisaje del cielo, las estrellas son mis favoritas, miles de ellas que brillan entre la oscuridad.

- De nuevo las estrellas

Zabdiel se sienta junto a mi.

- Siempre serán las mismas Erick

- ¿Sabías que una de las estrellas que vez ahorita podría no estar viva ya? -frunce el ceño- la luz que emanan tarda tanto en llegar, que cuando llega puede que ya esté muerta y la gente apenas vea su resplandor

Un silencio reino, no era incómodo, de hecho Zabdiel era de las pocas personas que me hacian sentir tranquilo. Si un silencio se formará con Joel, mi mente rápidamente sacaría conclusiones que me dañarían.

- No te felicité por tu bebé

- Tampoco quiero que lo hagas

No quite la vista del cielo.

- Todos hablaron de tu reacción, negaste a tu bebé

- No quiero un bebé, Zabdiel

- Erick...

- No -interrumpí- basta de sermones de que un bebé es una bendición yo...

- Tienes a Brian, lo amas Erick

- Porque Brian no era un riesgo, Brian no significa el final, este bebé si

Estaba al borde del llanto.

- ¿Qué dices?

- Hay una cláusula entre los matrimonios en la monarquía -lo mire- dos hijos... -suspire- estamos obligados a estar juntos en... En la intimidad hasta que tengamos dos hijos, terminado el compromiso cada uno es libre

- ¿Se van a divorciar? -negué-

- Algo peor -me mira intrigado- soy esposo del futuro Rey, jamás me dejarán libre

- Entonces....

- Pues -tome un fuerte respiró- seguiremos casados, pero tanto Joel como yo podemos tener amantes

Alza las cejas sorprendido sin decir nada.

- Eso es... Es cruel

- Losé y lo peor es que yo lo sabía, Sofía -asiente- ella me lo dijo y por amor no me importó, creí que Joel me amaría y que esa tonta cláusula no se interpondría porque seríamos felices

- Estar contigo no es una obligación -toma mis manos- eres maravilloso Erick, Joel es tan dichoso por tenerte

- Él no piensa así, fui su desgracia, Joel no me ama, ni me amara, siempre ha estado enamorado de él, yo solo soy una imagen para el público