El príncipe Erick ||Joerick||

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- Buenos días Er...

- Buenos días Joel

Habían tenido una noche agitada, Erick se encontraba en los brazos de su esposo aún con los ojos cerrados sobre su pecho.

- Tenemos mucho pendientes

- Lose... -dice a dormilado- no quiero levantarme

- Y es por eso que pedí el desayuno

Justo después sonó la puerta y Joel se levantó a abrirla, entra con una charola mientras Erick se sienta sobre la cama, ya con los nervios invadiendo su cuerpo.

Joel se sienta a su lado y Erick trata de sonreírle, aunque le sale más como una mueca.

- Amo el tocino

Se lleva un bocado y el asco se comienza a apoderar de su cuerpo.

- ¿Quieres? -niega- ese es tu plato, anda -lleva una cucharada a la boca de Erick- es delicioso

- No tengo hambre -toma la cuchara- pero puedo darte de comer si quieres

Sonríe y Joel un poco extrañado abre su boca.

- Erick no cenaste -no responde- y apenas tocaste tu comida ayer

- La comida mexicana es muy fuerte y picante, sabes que no lo tolero, abre la boca

Le llena la boca de comida para que no diga otra palabra.

- Erick...

Se concentra en picar la comida.

- Erick, mírame -toma su rostro- no es normal

Su mirada refleja miedo y angustia que Joel desearía poder borrar.

- Lose... -susurra con un nudo en la garganta- tengo miedo Joel

- Dios Erick

Lo abraza pegandolo a su pecho y Erick solo se aferra a él.

- ¿Cuándo empezó?

- Después del compromiso -susurra-

- ¿Todos los días? -niega-

- Va y viene, ya no es solo por el peso Joel -se separa- es algo aquí -señala su pecho- no puedo controlarlo y me duele como el mismo infierno

No sabía que responderle, lo único que quería hacer era protegerlo.

- No quiero morirme Joel

- No digas eso -se apresura- iremos con un profesional al volver a España, no me importa que diga la gente, te vas a curar y yo estaré a tu lado en todo el proceso ¿Okay?

Asiente y después se vuelve abrazar a su esposo.

- Alteza real -Martin abre la puerta interrumpiendolos- tiene una llamada

- Te dije que no

Hablo furioso, pues estaba arto de la situación.

- Es su majestad, la Reina

Había problemas, sin duda.

Se dirigió al despacho, con duda y nervios tomo el teléfono.

- Madre...

- Joel, te llamó porque al parecer tú no tienes la intención de hacerlo

- He estado ocupado, los eventos, entrevistas e incluso he estado mas con Erick, tenías razón, ahora estamos mejor que nunca madre

- Si, si -interrumpe- me di cuenta, hasta España llegan las noticias de los jóvenes príncipes teniendo su segunda luna de miel

A estas alturas, Joel ya no esperaba palabras positivas provenientes de su madre.