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En la mayoría de las entrevistas Erick estaba a mi lado, su deber como mi esposo era ser mi sombra, al igual que mi padre es la sombra de mi madre, pero todo salió al revés; Erick suele ser el centro de atención, él habla incluso más que yo en las entrevistas y cuando por algunas razón se ausenta la primera pregunta siempre es: ¿Dónde está el príncipe Erick?

Estaba fastidiado de la situación, la atención debería de estar en mi y no en Erick, al menos hoy el país hablaría de mi; es mi cumpleaños.

- Mira lo que hice para ti

Entra Erick con un gran pastel casero que olía delicioso.

- Te acordaste

- No olvidaría el cumpleaños de mi esposo -me sonríe-

No puedo evitar corresponder su sonrisa, es algo que no puedo controlar y se me sale sin previo aviso.

- Gracias

- ¡Papiiiii!

Entra Brian corriendo a mis brazos y lo cargué.

- Pastel -aplaude emocionado logrando que ría-

- Es de papi -añade Erick- dale un abrazo

Pisa mi pierna y se abraza a mi cuello.

- ¡Feliz, feliz! -se separa-

Tome un poco de crema y se la embarre en su nariz, Brian abre los ojos sorprendido y después hace lo mismo embarrandome toda la cara.

Brian era mi mundo.

Mire a Erick y él nos veía fascinado.

- Pide un deseo

Me dice después de encender la vela.

Hubiese deseado que mi familia hiciera esto por mi cuando era un niño, porque así no creería que esto es ridículo. Al parecer Erick notó mi actitud; me conocía demasiado.

- Solo apaga las velas ¿O prefieres que las quité?

Se acercó y detuve su mano.

- Lo hare...

Mire el gran pastel y cerré mis ojos para después pedir mi deseo.

Ser feliz.

- Bravo -aplaude Brian-

Mi relación con Erick solo depende de nuestro hijo, en ocasiones intercambiamos palabras para ponernos de acuerdo en que decir en las entrevistas y los fines de semana ya no me pregunta a dónde voy, ya ni siquiera notó su sombra entre los pasillos, solía asecharme, ahora duerme con Brian en la que era nuestra cama y yo duermo solo en mi recámara.

- Te tengo una sorpresa -lo mire- la ópera, habrá un musical y sé cuánto te gustan, compre dos boletos en nuestro palco

No podía negarme.

- ¿Qué dices?

- Por mi está bien

- Excelente -sonrie tomando mi mano- no te vas a arrepentir

Disfrute su tacto acariciando su mano y el apretó el agarre al lo que quite mi mano de inmediato.

- Te veo en la noche

Me levanté y sin más me marche.

Por la noche Erick usaba un traje morado brilloso y una pequeña tiara adornaba su cabeza mientras Joel solo utilizaba un traje negro elegante; la llegada de los príncipes jamás descepcionaba. Pareja de enamorados, el glamur y el brillo del fabuloso estilo de Erick se balanceaba con la seriedad que aportaba Joel logrando un perfecto equilibrio.

El príncipe Erick ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora