El príncipe Erick ||Joerick||

18

- ¿Haz pensado en el nombre?

- De hecho si

- ¿Cuál?

- Eternos

- ¿Porqué?

- Porque es de ambos, tu nombre significa estar con Dios para siempre y Erick es siempre poderoso; siempre dura para la eternidad y en esa eternidad solo seremos tú y yo, nadie más; eternos

Me mira con un brillo en los ojos que me haces sentir especial y muy feliz.

- Eternos -repite- me gusta

Besa mi mejilla y continuamos caminado a la orilla del mal tomados de las manos.

- Te tengo una sorpresa

Antes de poder preguntar que era, al frente había una manta y un cesto a mitad de la playa junto a unas grandes candelas alrededor que iluminaban el bello atardecer.

- Es un picnic, es sencillo y...

- Es perfecto

Lo jale con emoción caminando hacia la manta y nos sentamos.

Comenzamos a comer, yo lo alimentaba y Joel trataba de hacerlo también; entre risas y pequeños besos.

- ¿Ya habías venido a la playa?

- Si, pero es borroso -lleve una cucharada de pastel a su boca- mi madre aún estaba con nosotros...

"Erick te dije que te quitarás los zapatos

No le estés gritando

Es un malcriado y todo es tu culpa

Vas a hacer que tus hijos te odien, así como lo hago yo"

Le dio una bofetada.

- Erick... ¿Erick estás bien?

- Si yo, lo siento me fui -trate de sonreír-

- ¿No fue un buen recuerdo? -negué- lo lamento no quise...

- Está bien -tome su mano- ahora estoy contigo y todo es diferente, ya no soy un niño, tengo un esposo y esto lo más romántico que me ha pasado en toda la vida

Mire hacia el cielo, las estrellas ya hacían presencia.

- ¿Crees que es romántico? -asentí-

- Creo en el destino, las estrellas lo marcan

- ¿Eso crees? -lleva su mirada al cielo también-

- Le pedí a una que me diera mi cuento de hadas -lo mire tomando su mano- y aquí estás Joel

Solía abrir la boca de más y ahora volví incómoda la situación. Solo desvíe la mirada de vuelta al mar, no sabía que esperar de Joel, no lo conocía al cien por ciento, pero al menos quisiera un poco de cariño.

- Hay que brindar

Me sumergí en mis pensamientos que no me di cuenta de cuando sirvió las copas.

- Joel yo...

No me gustaba el alcohol.

- No es alcohol

Me muestra una botella de jugo logrando que ría bajito tomando la copa.

- Por nuestro destino Erick

Bebimos nuestras copas y después Joel ríe.

- ¿Qué?

- Ahora no hiciste caras -sonreí- eres hermoso Erick