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Me encontraba dormido pero una mucama entro a mi cuarto abriendo las cortinas, apenas y se notaba la luz del sol.

- Buenas días joven, el rey Francisco solicitá su presencia para dar un paseo al monte

Continuaba adormilado.

- ¿Tiene lo necesario para ir?

- ¿Necesario? -me senté sobre la cama-

- Si, chamarra, zapatos

- Estos son los únicos que traje -le sonreí-

Me ayudó a vestirme y sentía un poco incómodo, que alguien extraño viera mi cuerpo no era normal para mí.

- Alteza real -me incliné-

- Erick, buen día -me inspecciona- me alegra que hayas traído botas de campo -sonrei-

Bueno en realidad eran prestadas.

- Andando

Sube al coche y voy detrás de él.

Creí que el rey era una persona reservada y poco amable, pero me equivoqué, le gusta conversar y al parecer el silencio lo incómoda.

- ¿Dónde vives?

- En el centro de España, rento un departamento con unas amigas, nos dividimos los gastos y en ocasiones discutimos pero es muy común

- Te gusta ser responsable

- Así es, me considero el casero mandón, me gusta que esté todo en orden

Al llegar a la cima bajamos, aún no atrapaban al oso y está era la oportunidad del rey.

Comenzamos a caminar alrededor, un experto nos acompañaba.

- ¿Cuál es tu ocupación?

- Soy asistente en un preescolar

- ¿Cuidar niños es tu pasión?

- Llevarlos por el camino correcto más bien, además limpio la habitación de mi hermano y me paga, me gusta ser independiente

No me gusta alardear, pero quiero que ellos entiendan que esto no lo hago por ningún interés económico, sino por amor.

- Shhh...

Nos ponemos boca abajo en el suelo, pero no hay nada; así que nos volvemos a levantar.

- Sé que una charla entre el lodo no es lo más cómodo para alguien como tú

- Oh señor... -reste- no se preocupe, mi familia tenía granjas así que mi corazón le pertenece al campo

Su sonrisa me muestra su aprobación, me siento orgulloso, porque lo estoy haciendo bien.

- Ahí -señale-

Volvemos al suelo, el rey saca su escopeta apuntando hacia el oso.

- ¿Viento? -pregunta-

Miramos al cielo los tres en busca de respuestas.

- Derecha -dice el otro sujetó-

- Izquierda -dije-

Ambos me miran.

- Solo vean las nubes -señale-

- Derecha -repite el cazador-

El rey vuelve a apuntar.

- Izquierda señor -insistí- confíe en mí

Cambia el tiro haciéndome caso y dispara

El príncipe Erick ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora