El príncipe Erick ||Joerick||

35

España y toda mi familia esperaba que fracasará en esta gira por México, pero fue todo un éxito gracias a Erick, la gira no fracasó, pero si el intento de salvar nuestro matrimonio.

Erick se encontraba dormido con Brian entre sus brazos; se veían tan hermosos, nuestro hijo es una mezcla perfecta de ambos, lo adoro tanto y es la razón por la cual no mando todo esto al diablo.

Al estar tan perdido en admirarlos no note cuando Erick abrió los ojos, de inmediato desvíe la mirada, pero era demasiado tarde me había atrapado observando como si fuera mi presa.

- Es mejor que te pongas el cinturón, ya casi aterrizamos

Lo coloca sin decirme nada.

El silencio de Erick siempre decía más que mil palabras, su rostro hablaba por si mismo y yo sabía que no estaba exactamente feliz.

Baje del avión, ya era casi madrugada, los flashes se hicieron presentes, pero los gritos de la ciudadanía se escucharon cuando Erick salió de la puerta junto a mi hijo, los espere al borde de las escaleras y Erick tomo mi brazo, no pude negarme frente a las cámaras. Camine jalándolo subiendo de inmediato a nuestro coche.

No fue necesario que me soltara del agarre de Erick; él lo hizo en cuanto estábamos fuera de las cámaras.

Joel tenía a Brian en sus brazos y de repente lo coloca en su silla de protección en el asiento de adelante junto al chófer.

Después el coche se detiene y me puse en alerta de inmediato.

- ¿Qué sucede? -fruncí el ceño- ¿Le pasa algo a Brian? -lo inspeccione- ¿Joel?

- Nos dividimos aquí -suelta- tengo unos pendientes

- Es media noche

- No te estoy pidiendo permiso Erick

Hace el intento de bajar, pero lo jale; sabía cuáles eran esos pendientes.

- No lo hagas -suplique-

Solo me mira y tengo miedo.

- Por favor -insistí y se jala- Joel, por nuestro hijo

Sin siquiera poder controlarlo ya estaba llorando, no quería que todo fuera como antes, no importaba si ya me lo había dejado claro, yo no quería de nuevo vivir en ese infierno.

- Lo prometiste, dijiste que no seríamos como mis padres, Joel...

- Hay promesas que no se pueden cumplir

Se jala y finalmente logra salir del coche azotando la puerta.

- ¡Joel no!

Intente abrir la puerta pero tenía el seguro puesto.

- ¿Qué haces? -grite- ábreme Zabdiel, ábreme

- No lo hagas Erick -toma mis brazos- no te humilles así

Lo mire aún con los ojos llenos de lágrimas.

- Se va a ir con él -solloce- yo no quiero perderlo

- Hey -toma mi rostro- no lo vas a perder, en todo caso el que está perdiendo es él por no aprovechar lo que tiene ante sus pies

- Lo amo

- Lo sé, todos aquí lo sabemos, pero ni tu ni nadie merece que lo traten así, vales mucho Erick, no vuelvas a llorarle a un desgraciado

Mire por la ventana y el coche de Joel avanzaba, los sollozos salieron de mi boca y aunque tratara de contenerlos era inútil. Se iría con él, se iría con la persona que siempre ha amado.