Final

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Joel bajo corriendo desesperado hasta la puerta de la casa, tocó insistentemente como si su vida dependiera de ello, sin embargo la puerta no fue abierta y Joel se dio cuenta que estaba todo oscuro, parecía que no estaba habitada.

- ¡Erick! -grita- ¡Erick, amor, renuncié, renuncié por ti!

Pero nadie abrió la puerta.

Pasaba de media noche, probablemente ya estaban durmiendo, pero la servidumbre debería al menos atenderlo.

- Erick... -toca de nuevo- Erick, ábreme

Un miedo comienzo a invadirlo.

- Erick... -trata de abrir la puerta pero tenía seguro-

El ruido de un trueno logro asustarlo junto a la luz del rayo que emitió; comenzó a llover.

Podía irse a su casa y volver mañana pero no quería, necesitaba hablar con Erick y decirle lo mucho que lo ama.

No sé dió por vencido y continuo tocando, tratando de abrir la puerta mientras continuaba gritando el nombre de su esposo.

- ¡Alto ahí! -gritan- arriba las manos

Joel se gira con miedo viendo como dos sujetos le apuntan con una arma.

- Tranquilos, solo soy yo, Joel

Le colocan la luz en la cara logrando cegarlo y se arrepienten al instante.

- Alteza real -se inclinan con miedo- disculpé, no sabíamos que usted vendría, perdoné por favor

- Está bien -camina hacia ellos- ¿Dónde está mi esposo?

Ambos hombres se miran entre si.

- No tenemos idea -frunce el ceño- lo siento señor, nosotros solo recibimos órdenes

- ¿Órdenes? ¿Erick no está dentro de la casa? -niegan- ¿¡Entonces donde está!?

Se quedan callados haciendo que el miedo en Joel solo aumenté más.

- Les hice una pregunta

- El señor Erito dijo...

- ¡No me importa lo que él haya dicho! -grita- respondan, es una orden

Había renunciado, sin embargo ellos no lo sabían.

El mayor solo bajo la mirada indispuesto a hablar, el menor lo miraba pero parecía que era mudo.

- Es mi esposo -suplica- vine por él, tengan piedad de mi, les ruego

- Se fueron -suelta- hace treinta minutos, se fueron a la pista de Luxemburgo, el príncipe Erick junto a sus hijos tomarán un avión para salir del país

"Se fueron, se fueron, se fueron".

Erick se había ido sin él.

- No...

Con las piernas temblando regresa a su coche.

- Señor Joel, ¿A donde va?

- Por mi esposo, voy por Erick, por mis hijos

- Alteza, no es una buena idea la tormenta no se quitará, el camino se pondrá peligroso y...

Lo ignoro totalmente subiendo al coche lo encendió y sin mirar atrás comenzó a manejar, tenía que acelerar porque Erick ya le llevaba ventaja. Necesitaba llegar porque si no lo hacía, se volvería loco.

Erick miraba el teléfono esperando que sonara y que al contestar fuera Joel quien llamaba.

- Ya es tarde Erick, si no nos vamos ahorita no llegaremos a tiempo

El príncipe Erick ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora