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—¡Hermanita! ¡Aquí estás! ¿Qué pasó? ¿Vienes a unirte a la fiesta? —Klaus exclama nada más verla entrar al cuarto. Se ve sudoroso, demacrado y agotado, pero aún así consigue soltar una exclamación realmente enérgica.
Y está amarrado a una silla.
—¿Qué...? —sacude la cabeza. Es mejor no terminar esa pregunta. Da un paso adelante para desatarlo y luego recuerda que no debería estar cerca de él para empezar, así que retrocede y mira a Diego.
—No debería estar atado —le dice suavemente, como si regañara a un niño pequeño—. ¿Recuerdas lo que hablamos sobre los infartos?
—¡Él me lo pidió! —Diego señala rápidamente, a la defensiva.
Fler mira a Klaus a continuación y éste asiente con su misma comicidad habitual, pero hay algo más en sus ojos, algo nuevo: Decisión.
—Sabes como soy, Fler Fler —él dice, con voz moteada por diferentes emociones—, necesito que me quiten todas mis opciones.
Fler vuelve a suspirar, haciendo una mueca de simpatía. Es difícil decirle que no a Klaus cuando pone esos ojos de cachorro.
—Bueno. Pero atado o no, no lo estás manejando solo. —ella afirma. Mira a Diego, entrando en modo enfermera (uno que quedó muy arraigado en ella de Vietnam), y ordena:—Voy a traer toallas limpias y agua, para que no muera de deshidratación. Quédate con él, ¿bien?
Diego la mira como si lo hubiera ofendido.
—¿Para que crees que te traje? Tengo que irme, no puede seguir perdiendo tiempo mientras Hazel y Cha-Cha me ganan terreno —gruñe decididamente.
Y Fler tiene mucha paciencia, pero Diego realmente la pone a prueba. Pone los brazos en jarra y lo mira decididamente.
—¿Podrías dejar de ser un imbécil? —y wow, decirlo en voz alta se sintió bien.
Diego abre la boca, pero no salen palabras de ella, es más como un boqueo atónito.
—¿Acabas de... decirme imbécil? —balbucea, porque es realmente un evento propio del fin del mundo lo que está ocurriendo. Fler no insulta, nunca, ni cuando la gente se lo merece, ni siquiera dice “tonto” sin sentirlo como una ofensa desagradable.
Klaus suelta una carcajada bastante apropiada para el momento.
—¡Así se hace hermanita! ¡Empoderamiento femenino! —y silba para enfatizar su exclamación, ya que no puede alzar sus brazos porque están atados.
Fler sacude la cabeza, alzando una ceja para Diego:—Te gusta la franqueza, aquí tienes franqueza. Vamos a cuidar de Klaus ahora, porque nos necesita. Y luego, cuando nos aseguremos de que no haya muerto, entonces puedes irte a tener tu vengaza.
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Letal | The Umbrella Academy.
Fanfiction❝Yo fui la número Cero❞ Fler Hargreeves es una de los ocho niños que nació el 1 de octubre de 1989 que tuvo la suerte (o desgracia) de ser adoptada por el excéntrico multimillonario Reginald Hargreeves. Fler es la número Cero, The Healer, pero hace...