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Hace 14 años
Fler se encierra en su habitación después de ir a su primera misión luego del cambio y el aislamiento. Apenas alcanza a cerrar la puerta antes de caer de rodillas al suelo, sintiendo como si el corazón se le escapara del pecho.
Se abraza a sí misma respirando demasiado rápido, demasiado superficial. No puede dejar de repetir la misión como una película en bucle.
Deslizar los guantes fuera de sus dedos. Avanzar. Rozar la piel de sus enemigos, tan fácil como respirar. Fácil. Y cuando sus cuerpos caen, vomitando sangre, lo único que ve es a esos dos inocentes que mató como en una experiencia extracorpórea.
Asesina.
Asesina.
Asesina.
¿No dice papá que eso es algo bueno?
Fler empieza a dejar de creerle a papá, poco a poco. ¿Cómo puede permitir que matar sea fácil? ¿Qué sea correcto?
¿Cómo puede permitirle vivir?
Está respirando con tanto esfuerzo y tan inmersa en su espiral de pensamientos descendentes que no escucha la puerta abrirse y luego cerrarse suavemente, con los pasos que la acompañan. No se da cuenta hasta que Ben se sienta frente a ella con las piernas cruzadas, y todavía entonces lo ve un poco borroso por las lágrimas.
Ben está todo salpicado de sangre en el uniforme. El pelo le cae desordenado sobre la frente y sus ojos tiene una brillo extraño e introspectivo. Normalmente, la primera parada de Ben luego de las misiones es el baño. Pasa horas en la ducha. Por eso, es extraño que esté aquí, y lo extraño ayuda un poco s que Fler salga de si misma y del ataque de pánico que comenzaba a oscurecer los bordes de su visión.
—No está bien, no está bien... —murmura ella. Su voz suena temblorosa y sin aliento—, ¿cómo puede estar bien?
Es injusto preguntarle a Ben, lo sabe. De todas las personas, él es el que siempre termina cubierto de sangre. Pero está aquí ahora y ella necesita decirlo.
—No lo está —Ben dice, sus labios apretados y ojos brillosos, y Fler sabe que intenta mantener la calma por ella y odia eso, necesitar a otros, porque no lo merece en lo absoluto—. No lo está, no está bien, pero no eres mala por eso —agrega.
Fler sacude la cabeza, abrazándose a sí misma y todavía de rodillas.
—Soy una asesina —duele físicamente decirlo en voz alta, porque nunca lo había hecho hasta ahora—. ¿Cómo puedo estar bien? ¿Cómo puedo ser la buena después de lo que hago? ¿Cómo? ¿Cómo podrías creer que hay esperanza para mí? —está hiperventilando otra vez, su pecho duele.
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Letal | The Umbrella Academy.
Fanfiction❝Yo fui la número Cero❞ Fler Hargreeves es una de los ocho niños que nació el 1 de octubre de 1989 que tuvo la suerte (o desgracia) de ser adoptada por el excéntrico multimillonario Reginald Hargreeves. Fler es la número Cero, The Healer, pero hace...