❝Yo fui la número Cero❞
Fler Hargreeves es una de los ocho niños que nació el 1 de octubre de 1989 que tuvo la suerte (o desgracia) de ser adoptada por el excéntrico multimillonario Reginald Hargreeves.
Fler es la número Cero, The Healer, pero hace...
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—¿Por qué vinieron los tres? ¿Pasó algo malo? —pregunta Fler, ladeando la expresión con preocupación.
—Luther dice que quiere hablar de mamá. Tenemos que ir todos a la academia, ahora —masculla Diego, claramente el tema lo molesta. Pero bueno, a Diego casi todo le molesta.
—Diego, estoy trabajando —responde Fler, suspirando suavemente—, no puedo simplemente irme en medio del turno.
—Es importante —dijo ahora Luther, asomándose por la entrada de la ambulancia. Enserio debió cerrar esa puerta.
—¡Hey! ¡Fler-Fler! ¿Nos llevarás en tu ambulancia? —Klaus salta con su entusiasmo habitual.
—Oigan, no. Bajen. De verdad no puedo irme, lo siento.
—No lo entiendes, Allison descubrió algo —insiste Luther y, santo cielo, la ambulancia se ladea cuando él se apoya en ella, probablemente dejando una abolladura. Fler podría perder su trabajo por ésto—. Se trata de la muerte de papá.
Fler aprieta los labios, dudativa. Claramente, lo que sea que pasa fue suficiente para convencer al arisco de Diego, y si fue Allison quién lo descubrió, probablemente no se trata solo de la paranoia de Luther.
—¿Qué es? —pregunta finalmente.
—Tienes que verlo tú misma.
De repente y antes de que Fler pueda dar una respuesta, las sirenas de su ambulancia se activan.
—¡Klaus! —ella reclama, apretando el botón para desactivarla.
Klaus le sonríe de medio lado con falsa inocencia.
—¿Qué? Debiste verlo venir —le guiña un ojo. Luego, Diego agarra a Klaus por el cuello del abrigo y lo aleja de los botones con facilidad, como si sostuviera a un cachorro—. ¡Oye! —reclama ahora Klaus.
Diego sigue sosteniéndolo e ignorando sus quejas.
—Por favor —pide Luther.
Fler suspira resignada.
—¿Me aseguras que es importante?
Luther asiente. Diego y Klaus parecen ocupados en su pelea fraternal infantil.
Fler asiente de vuelta. Si ellos se quedan más tiempo, destruirán su ambulancia, así que técnicamente no tiene otra opción.
—Bien, dejaré una nota y nos vamos —dice finalmente. Espera que Toby la cubra por hoy.
—¡Yey! —Klaus aplaude mientras Diego lo saca de la ambulancia a tirones.
—Bien —asiente Luther. No da las gracias. Él es el líder, ¿por qué lo haría?
Fler suspira, garabateando una nota y prometiendo a Toby pagar el siguiente almuerzo. Ella nunca ha faltado, él la cubrirá. Deja la nota en el volante y sigue a sus hermanos.
