❝Yo fui la número Cero❞
Fler Hargreeves es una de los ocho niños que nació el 1 de octubre de 1989 que tuvo la suerte (o desgracia) de ser adoptada por el excéntrico multimillonario Reginald Hargreeves.
Fler es la número Cero, The Healer, pero hace...
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Cuando Fler Hargreeves les dijo a sus compañeros de las otras ambulancias con quienes dividía turnos que la llamaran si alguna vez Klaus terminaba en una, no pensó realmente que sucedería de nuevo, o al menos no tan pronto. Pero lo hizo. Y ahora ella está corriendo.
Lleva puesto su uniforme. Los pantalones negros y la camiseta azul que pone Paramédico en la parte de atrás. Su cabello antinaturalmente blanco está completamente atado en una trenza hacia atrás.
Ella corre desde la cafetería en la que estaba pasando su descanso hasta el punto relativamente cercano (gracias a dios) donde el paramédico le dijo que tienen a su hermano en la ambulancia, y siente la desesperación burbujeando en su estómago de no saber si Klaus está vivo o... Fler sacude la cabeza y acelera el paso.
Klaus es como las cucarachas (sin ánimo de ofender), resistiría una explosión nuclear. Definitivamente está bien.
Al fin vislumbra la ambulancia y acelera el paso, golpeando el asfalto con sus zapatillas. Las puertas de la ambulancia están abiertas y de lejos Fler distingue el característico abrigo negro de plumas de Klaus. La mayoría de los paramédicos de la zona lo conocen, lo que es bueno en éstos casos, porque gracias a eso no lo reportan con la policía.
—¿Cómo esta? —pregunta al llegar.
Su hermano tiene una mascara de oxigeno puesta. El paramédico (Fler ahora se siente culpable por no recordar su nombre) abre la boca para responder con pesimismo, pero antes de que pueda decir nada, Klaus exhala de golpe y se levanta hasta quedar sentado en la camilla. Se quita la mascarilla de oxígeno sonriendo traviesamente, como si no hubiera dejado de respirar hace segundos.
—Uff, eso... fue... intenso —dice, sin aliento, y luego choca los cinco con el paramédico, quien sonríe aliviado y medio divertido. Luego nota la presencia de ella:—¡Fler, querida! Ha pasado... tiempo desde la... última vez que... te vi, ¿querías unirte a la... fiesta?— trata de disimular, pero aun está agitado y le lagrimean los ojos.
Fler suspira aliviada, pasándose una mano por el cabello, y luego le da un manotazo seco en la pierna con su mano enguantada (ella jamás se quita esos guantes gruesos blancos).
—¡Ay!
—Eso es por asustarme así —resopla ella, molesta, luego suaviza su mirada y una de sus manos flota cerca del hombro de su hermano, aunque sin tocarlo ahora—. ¿Estás bien?
Klaus abre la boca para decir quien sabe que idiotez, aún tembloroso mientras se afirma en la barra metálica del suero, pero luego comienza a reproducirse en la pequeña televisión del paramédico (Fler hace nota mental para preguntarle su nombre más tarde, son compañeros después de todo) una noticia que les roba la voz a ambos.
Hace instantes la policía confirmo la muerte del millonario más excéntrico y solitario del mundo...
Reginald Hargreeves está muerto.
Wow.
Fler y Klaus intercambian una mirada atónita, entre incrédula y sinceramente sorprendida. Luego, ella recoge a su hermano tambaleante y lo saca de allí.
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—¡No puedo creer que esté muerto! —exclama Klaus, tambaleándose hacia un lado.
Fler se apresura a sostenerlo por el brazo y Klaus decide enganchar sus brazos como si se tratara de dos amigas que van juntas de compras. Ella suspira, soplando un mechón de pelo que le ha caído en la cara. El tocar a otras personas siempre la pone nerviosa y prefiere evitarlo a toda costa. Un error significaría que tocarían directamente su piel, y ese sería el fin, otro pesado cadáver sobre sus hombros. Pero Klaus lo sabe, y aunque no lo parezca, él es cuidadoso. Así que ella confía en él con los toques cortos un poco más que en el resto de la gente. Solo un poco.
—Supongo que llegué a pensar que él era inmortal o algo así —la peliblanca admite, estremeciéndose—, como una especie de alien. Asustaba, ya sabes.
Klaus suelta una risa medio ebria, probablemente por los resquicios de la adrenalina saliendo de su sistema, echando la cabeza hacia atrás.
—Oh sí, un alien, eso es muy posible —ríe.
Fler medio sonríe.
—Vamos, te compraré un café y luego tomamos un taxi —le dice.
Klaus la mira haciendo un puchero.
—¿No podemos ir en tu ambulancia?
Ella rueda los ojos cariñosamente.
—Jamás volverás a subirte a mi ambulancia, no después del escándalo que hiciste la última vez.
—¡Oh vamos, sonar las sirenas es el sueño de todo niño!
—Klaus, no. —niega rotundamente con la cabeza—. Además, me dieron unos días de baja por lo del funeral, la ambulancia no es mía en éste momento.
—Eres taaan aburrida.
—Y tú irritante— responde ella, siguiendo el juego—. Ahora camina.
Klaus le lanza un beso teatral a la distancia, pero obedece.
Es casi un juego. Klaus aparentando que no ha consumido quién sabe que cosas y Fler aparentando que no está preocupada por él. La verdad es que está nerviosa. Además de a Klaus, no ha visto a ninguno de sus hermanos en años, y tampoco tenía demasiada prisa por hacerlo. Sabe que Allison es estrella de cine y se ha topado con Diego algunas veces (principalmente por asuntos de Klaus), pero nada más.
—¿Cómo crees que será... ya sabes... volver allí? —cuestiona Fler, desviando un poco la mirada hacia el lado.
Klaus la mira, parpadeando para enfocar.
—Yo espero que haya bocadillos, ya sabes, unos buenos sandwiches de pepino no fallan— le guiña un ojo. Su hermana no lo nota, pero él está tratando a propósito de hacerla sentir un poco mejor.
Y funciona, porque Fler suelta una risita, sacudiendo la cabeza.
—Siempre estás pensando en comida.
—La pregunta aquí es, ¿por qué tú no? —Klaus bromea alegremente—. La comida es deliciosa.
Compran café y suben a un taxi. Fler casi podría estar sudando ansiedad en éste momento.
—¿A dónde? —les pregunta el conductor.
—Directo al infierno, buen Sir —responde Klaus.
El infierno... En realidad, esa podría ser una descripción bastante exacta de a donde se dirigen.
Volvemos a casa.
....
Hey! Bienvenidos a mi nueva novela de The Umbrella Academy. Sis, les presento a la dulce Fler Hargreeves.
¿Qué les pareció? ¿Sugerencias?
¿Cómo creen que será la relación de Fler con sus otros hermanos?
Debo reconocer que éste personaje nació de mis ganas de crear a alguien que se preocupara por Klaus todas las veces que lo dejaron de lado en la temporada, porque es un bebé hermoso y merece ser protegido. Entonces de pronto el personaje cobró vida y aquí está Fler 🐾
