❝Yo fui la número Cero❞
Fler Hargreeves es una de los ocho niños que nació el 1 de octubre de 1989 que tuvo la suerte (o desgracia) de ser adoptada por el excéntrico multimillonario Reginald Hargreeves.
Fler es la número Cero, The Healer, pero hace...
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Cuando entran al teatro, el concierto ya ha empezado. La música se escucha a lo lejos y Vanya claramente es la atracción principal. Su energía vibra por todo el lugar y hace que Fler se estremezca. Vanya es poderosa, muy poderosa, y parece haberse perdido casi por completo en su poder. ¿Cómo lograrán llegar a ella y convencerla de que se detenga?
¿Podrán convencerla siquiera? ¿Y si no? ¿Qué van a hacer entonces?
Fler sintió apenas un ápice del poder de Vanya y, honestamente, no cree que ninguno de los presentes aquí tenga el poder para enfrentarse a eso.
Tú sí, asesina, le recuerda una vocecita en su mente. Fler la ignora, se ha vuelto muy buena en eso éstos días.
Al llegar arriba, Allison detiene a Luther, mostrándole en alto su libreta con determinación. Fler alcanza a leer claramente: N e c e s i t o i r s o l a.
—Allison, no puedo dejarte ir sola. Ella perdió la razón —Luther niega rotundamente con la cabeza.
—¿Oyen la música? ¡Ya empezó! —Diego los apremia con urgencia.
Fler traga saliva e intercambia una mirada ansiosa con Diego.
—¿En serio crees que te escuchará? —Luther cuestiona a Allison—, ¿después de todo lo que pasó?
Allison le sostiene una mirada de determinación que es una respuesta en si misma. Fler siempre ha admirado eso de Allison; lo segura que es capaz de lucir cuando decide algo, su determinación. Desearía poder ser así a veces.
—Bien —Luther asiente, lo que en realidad es un poco sospechoso.
¿Luther cediendo?
Allison, sin embargo, no pierde un minuto y corre hacia el interior de la sala del concierto.
—La usarás como distracción, ¿no? —Diego dice, mientras todos observan a Allison entrar al teatro.
—Nos va a dar la oportunidad de incapacitar a Vanya —reconoce Luther.
Fler cierra los ojos con frustración.
—Por dios, Luther. —le recrimina.
—Lo va a entender —Luther se defiende, pero incluso él suena un poco inseguro.
Fler simplemente niega con la cabeza con una mueca en los labios. No hay tiempo para discutir sobre esto. No. El tiempo se les escurre como agua entre los dedos.
—Entonces, ¿cuál es el plan? —Klaus pregunta cuando llegan al pie del último tramo de escaleras hacia la gran sala del concierto.
—Tú espera al frente —Luther lo detiene a la mitad de las escaleras de entrada.
—¿Qué?
—Si, haz guardia. —el número uno aclara con obviedad.
—¿Qué haga guardia? —Klaus murmura para si mismo, casi ofendido.
